Cabras criollas contra el cambio climáticoEstrategia para repoblamiento en campos de pequeños productores.
Desde el 2014, se desarrolla en territorio rionegrino como estrategia para el repoblamiento de los campos de pequeños productores la reintroducción de cabras criollas desde Neuquén.
El proyecto busca desarrollar una alternativa de adaptación de la agricultura familiar de la zona frente a varios años de sequía y a los daños causados por la explosión del volcán Puyehue, en 2011. En este marco, el 60% del stock animal de la región -majadas de ovejas Merino y cabras de Angora- se vio diezmado. Esta situación colocó a la cabra criolla del norte neuquino como alternativa para el repoblamiento. Su rusticidad y la alta tasa de reproducción de estas cabras las convierten en una herramienta de repoblamiento y diversificación más que interesante.
En el 2016, el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (Fontagro) premió con U$S15 mil el proyecto que impulsa la adaptación al cambio climático de agricultores familiares del sur de Río Negro a partir de la reintroducción de las cabras criollas neuquinas.
Esta capacidad de adaptación les permite a las familias asegurar su abastecimiento de proteínas y recomponer en forma significativa la producción ganadera de la región. Es por ello que el proyecto impulsa la reintroducción de la cabra criolla en Río Negro para garantizar el alimento de las familias de la zona, algún ingreso por venta de carne y sostener el arraigo campesino.
El proyecto se inicia en 2014 gracias al financiamiento inicial del Ministerio de Trabajo y del de Desarrollo Social de la Nación, cada familia afectada recibió un módulo de 29 madres más un reproductor macho. En 2015, la experiencia se repite a través de financiamiento del "Programa de Recuperación del Stock" del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Provincia de Río Negro (30 módulos) y en 2016/17 con financiamiento de la Ley Caprina (43 módulos) más.
Lo interesante de la propuesta es que el módulo se entrega en concepto de "préstamo". A partir del segundo año, cada año los beneficiarios reintegrarán al banco el 20% de los animales recibidos. De esta manera se conforma un "banco de vientres" que permite que otros productores se sumen a esta estrategia de repoblamiento.
Luego de cuatro años, los animales manifestaron su adaptación al ambiente. Se registran pariciones y destetes superiores al 110% en comparación de las ovejas Merino y de las cabras de Angora, según el grupo de Genética y Reproducción del INTA Bariloche.
En el 2003, la cabra criolla fue caracterizada y reconocida por la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO) como un recurso genético local. Su especial adaptación a la región es la consecuencia de los diversos aportes raciales, la selección natural y la selección dirigida por los crianceros del norte neuquino; gracias a esto, está inscripta como raza local.
El proyecto, titulado: Seguridad alimentaria en productores familiares de Patagonia argentina: uso de recursos genéticos locales y adaptación al cambio climático, fue desarrollado por el IPAF Patagonia, la Red de Recursos Genéticos del INTA y la Secretaria de Agricultura Familiar de Río Negro junto con productores de la zona de Comallo y la Cooperativa Ganadera Indígena Ltda de Ingeniero Jacobacci.
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Desde el 2014, se desarrolla en territorio rionegrino como estrategia para el repoblamiento de los campos de pequeños productores la reintroducción de cabras criollas desde Neuquén.
El proyecto busca desarrollar una alternativa de adaptación de la agricultura familiar de la zona frente a varios años de sequía y a los daños causados por la explosión del volcán Puyehue, en 2011. En este marco, el 60% del stock animal de la región -majadas de ovejas Merino y cabras de Angora- se vio diezmado. Esta situación colocó a la cabra criolla del norte neuquino como alternativa para el repoblamiento. Su rusticidad y la alta tasa de reproducción de estas cabras las convierten en una herramienta de repoblamiento y diversificación más que interesante.
En el 2016, el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (Fontagro) premió con U$S15 mil el proyecto que impulsa la adaptación al cambio climático de agricultores familiares del sur de Río Negro a partir de la reintroducción de las cabras criollas neuquinas.
Esta capacidad de adaptación les permite a las familias asegurar su abastecimiento de proteínas y recomponer en forma significativa la producción ganadera de la región. Es por ello que el proyecto impulsa la reintroducción de la cabra criolla en Río Negro para garantizar el alimento de las familias de la zona, algún ingreso por venta de carne y sostener el arraigo campesino.
El proyecto se inicia en 2014 gracias al financiamiento inicial del Ministerio de Trabajo y del de Desarrollo Social de la Nación, cada familia afectada recibió un módulo de 29 madres más un reproductor macho. En 2015, la experiencia se repite a través de financiamiento del "Programa de Recuperación del Stock" del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Provincia de Río Negro (30 módulos) y en 2016/17 con financiamiento de la Ley Caprina (43 módulos) más.
Lo interesante de la propuesta es que el módulo se entrega en concepto de "préstamo". A partir del segundo año, cada año los beneficiarios reintegrarán al banco el 20% de los animales recibidos. De esta manera se conforma un "banco de vientres" que permite que otros productores se sumen a esta estrategia de repoblamiento.
Luego de cuatro años, los animales manifestaron su adaptación al ambiente. Se registran pariciones y destetes superiores al 110% en comparación de las ovejas Merino y de las cabras de Angora, según el grupo de Genética y Reproducción del INTA Bariloche.
En el 2003, la cabra criolla fue caracterizada y reconocida por la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO) como un recurso genético local. Su especial adaptación a la región es la consecuencia de los diversos aportes raciales, la selección natural y la selección dirigida por los crianceros del norte neuquino; gracias a esto, está inscripta como raza local.
El proyecto, titulado: Seguridad alimentaria en productores familiares de Patagonia argentina: uso de recursos genéticos locales y adaptación al cambio climático, fue desarrollado por el IPAF Patagonia, la Red de Recursos Genéticos del INTA y la Secretaria de Agricultura Familiar de Río Negro junto con productores de la zona de Comallo y la Cooperativa Ganadera Indígena Ltda de Ingeniero Jacobacci.