La propuesta de la Sociedad Rural de Jesús María para achicar gastos por U$S 1.200 millonesLa cifra es más del doble de lo que el Estado recaudaría de más si se efectiviza una suba de las retenciones a la soja.
"Y si el ajuste empieza por casa?", así se titula un comunicado elaborado por la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM) en el que la entidad cuestiona que el Gobierno le siga pidiendo al campo un esfuerzo "solidario", mientras el poder político sigue sin achicar sus gastos.
"En estos últimos 18 años, la política le confiscó al Campo infinidad de recursos para atender problemas que jamás solucionó. Una vez más, nos piden ser solidarios cuando venimos contribuyendo por encima de otros sectores desde el 2002 en adelante", indicó la entidad del norte cordobés.
Y agregó: Proponemos hacer foco en otros sectores que generalmente no son destinatarios de ningún ajuste. A modo de recaudar más, el Estado bien podría: disminuir el gasto en dietas y sueldos de asesores del Poder Legislativo Nacional; achicar el gasto público de la estructura parlamentaria de las provincias; incrementar los ingresos a partir del pago de impuestos a las ganancias por parte de los jueces y funcionarios judiciales; achicar el gasto en publicidad del Poder Ejecutivo (entre otras cosas)".
"Nuestro sector es oportunidad de crecimiento, no caja para el ajuste", cuestionó la Rural jesusmariense.
Gasto político
El comunicado de la SRJM precisa que, con un ajuste de estos gastos políticos, el Estado podría ahorrar un flujo de ingresos que equivale a "más del doble de lo que se le quiere sacar al campo".
La estimación elaborada por la entidad que preside Luis Magliano es que se podrían obtener 1.200 millones de dólares con este ajuste propuesto, cuando las estimaciones de economistas y analistas es que un incremento de las retenciones a la soja solo aportaría entre 400 y 500 millones de dólares adicionales.
Según el estudio, con una reducción del 30 por ciento en el presupuesto destinado a dietas y sueldos de asesores en el Poder Legislativo, el ahorro rondaría los 137 millones de dólares. Si se aplica el mismo achique para el gasto parlamentario de las provincias, se suman 640 millones más.
En paralelo, que los jueces comenzaran a pagar Ganancias como el resto de los trabajadores, sumaría casi 420 millones de dólares, el equivalente a lo que aportará la soja si le llevan las retenciones al 33 por ciento.
Por último, la SRJM también calcula que reducir los gastos en prensa y difusión de los actos de Gobierno en un 50 por ciento, añadiría 24 millones de dólares.
El comunicado e informe completo de la Bolsa se reproducen a continuación:
¿Y si el ajuste empieza por casa? El Gobierno tiene otros ámbitos donde restringir. El conflicto no es Campo vs Gobierno, ni Campo vs Pueblo. El problema es la quita de rentabilidad generada por la relación desigual Contribuyente/Recaudador. Una dicotomía que está afectando no sólo a los productores rurales, sino también al sector privado en general.
En estos últimos 18 años, la política le confiscó al Campo infinidad de recursos para atender problemas que jamás solucionó. Una vez más, nos piden ser "solidarios" cuando venimos contribuyendo por encima de otros sectores desde el 2002 hasta en adelante.
No vamos a cansarnos de decir que las retenciones son un impuesto nefasto, que van en contra del desarrollo productivo. Este desaliento, a su vez, está comenzando a verse reflejado en el comercio, que sufre un aumento indiscriminado de tributos. Además de achicarse el margen para generar trabajo genuino, se limitan nuestras posibilidades de invertir en el agregado de valor en origen.
La experiencia contraria con baja impositiva -incluso escalonada- generó un círculo virtuoso del que fuimos parte. Sin embargo, vamos a volver a perder esta oportunidad histórica, viéndonos obligados a aportar a un barril sin fondo, que crece de forma directamente proporcional a la pobreza.
Frente a la suba inminente del 30 al 33 por ciento en el caso de la soja, proponemos hacer foco en otros sectores que generalmente no son destinatarios de ningún ajuste. A modo de recaudar más, el Estado bien podría: disminuir el gasto en dietas y sueldos de asesores del Poder Legislativo Nacional; achicar el gasto público de la estructura parlamentaria de las provincias; incrementar los ingresos a partir del pago de impuestos a las ganancias por parte de los jueces y funcionarios judiciales; achicar el gasto en publicidad del Poder Ejecutivo (entre otras cosas).
En conclusión, el Gobierno tiene otros ámbitos dónde restringir. ¡No se puede ir en contra del motor de la economía! Más del doble de lo que se le quiere sacar al Campo, bien se podría recaudar recortando el Presupuesto Nacional. Nuestro sector es oportunidad de crecimiento, no caja para el ajuste.
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"Y si el ajuste empieza por casa?", así se titula un comunicado elaborado por la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM) en el que la entidad cuestiona que el Gobierno le siga pidiendo al campo un esfuerzo "solidario", mientras el poder político sigue sin achicar sus gastos.
"En estos últimos 18 años, la política le confiscó al Campo infinidad de recursos para atender problemas que jamás solucionó. Una vez más, nos piden ser solidarios cuando venimos contribuyendo por encima de otros sectores desde el 2002 en adelante", indicó la entidad del norte cordobés.
Y agregó: Proponemos hacer foco en otros sectores que generalmente no son destinatarios de ningún ajuste. A modo de recaudar más, el Estado bien podría: disminuir el gasto en dietas y sueldos de asesores del Poder Legislativo Nacional; achicar el gasto público de la estructura parlamentaria de las provincias; incrementar los ingresos a partir del pago de impuestos a las ganancias por parte de los jueces y funcionarios judiciales; achicar el gasto en publicidad del Poder Ejecutivo (entre otras cosas)".
"Nuestro sector es oportunidad de crecimiento, no caja para el ajuste", cuestionó la Rural jesusmariense.
Gasto político
El comunicado de la SRJM precisa que, con un ajuste de estos gastos políticos, el Estado podría ahorrar un flujo de ingresos que equivale a "más del doble de lo que se le quiere sacar al campo".
La estimación elaborada por la entidad que preside Luis Magliano es que se podrían obtener 1.200 millones de dólares con este ajuste propuesto, cuando las estimaciones de economistas y analistas es que un incremento de las retenciones a la soja solo aportaría entre 400 y 500 millones de dólares adicionales.
Según el estudio, con una reducción del 30 por ciento en el presupuesto destinado a dietas y sueldos de asesores en el Poder Legislativo, el ahorro rondaría los 137 millones de dólares. Si se aplica el mismo achique para el gasto parlamentario de las provincias, se suman 640 millones más.
En paralelo, que los jueces comenzaran a pagar Ganancias como el resto de los trabajadores, sumaría casi 420 millones de dólares, el equivalente a lo que aportará la soja si le llevan las retenciones al 33 por ciento.
Por último, la SRJM también calcula que reducir los gastos en prensa y difusión de los actos de Gobierno en un 50 por ciento, añadiría 24 millones de dólares.
El comunicado e informe completo de la Bolsa se reproducen a continuación:
¿Y si el ajuste empieza por casa? El Gobierno tiene otros ámbitos donde restringir. El conflicto no es Campo vs Gobierno, ni Campo vs Pueblo. El problema es la quita de rentabilidad generada por la relación desigual Contribuyente/Recaudador. Una dicotomía que está afectando no sólo a los productores rurales, sino también al sector privado en general.
En estos últimos 18 años, la política le confiscó al Campo infinidad de recursos para atender problemas que jamás solucionó. Una vez más, nos piden ser "solidarios" cuando venimos contribuyendo por encima de otros sectores desde el 2002 hasta en adelante.
No vamos a cansarnos de decir que las retenciones son un impuesto nefasto, que van en contra del desarrollo productivo. Este desaliento, a su vez, está comenzando a verse reflejado en el comercio, que sufre un aumento indiscriminado de tributos. Además de achicarse el margen para generar trabajo genuino, se limitan nuestras posibilidades de invertir en el agregado de valor en origen.
La experiencia contraria con baja impositiva -incluso escalonada- generó un círculo virtuoso del que fuimos parte. Sin embargo, vamos a volver a perder esta oportunidad histórica, viéndonos obligados a aportar a un barril sin fondo, que crece de forma directamente proporcional a la pobreza.
Frente a la suba inminente del 30 al 33 por ciento en el caso de la soja, proponemos hacer foco en otros sectores que generalmente no son destinatarios de ningún ajuste. A modo de recaudar más, el Estado bien podría: disminuir el gasto en dietas y sueldos de asesores del Poder Legislativo Nacional; achicar el gasto público de la estructura parlamentaria de las provincias; incrementar los ingresos a partir del pago de impuestos a las ganancias por parte de los jueces y funcionarios judiciales; achicar el gasto en publicidad del Poder Ejecutivo (entre otras cosas).
En conclusión, el Gobierno tiene otros ámbitos dónde restringir. ¡No se puede ir en contra del motor de la economía! Más del doble de lo que se le quiere sacar al Campo, bien se podría recaudar recortando el Presupuesto Nacional. Nuestro sector es oportunidad de crecimiento, no caja para el ajuste.