CRA en los Medios
ESTA VEZ FUE EL TRIGO

Queja en continuado

Esa larga novela gauchesca entre el Gobierno y “el campo”-definición genérica difícil de sostener- va teniendo derivaciones constantes, como necesitada de nuevos personajes que mantengan elevado el rating televisivo. Ahora les tocó el turno a los “trigueros”. A los trigueros que quedan, claro, porque el resto se fue a la soja.

Para analizar el estado de la cuestión y pensar estrategias a futuro, cerca de 200 productores de de distintos distritos de las provincias de Buenos Aires y La Pampa, nucleados en CARBAP, aprovecharon la 43ª Fiesta Provincial del Trigo para llamar a una asamblea en el predio de la Sociedad Rural de Tres Arroyos, y así analizar reclamos urgentes.
Del encuentro participaron el presidente de CARBAP, Alberto Frola; los vicepresidentes de CRA, Pedro Apaolaza y Jorge Grimberg; el secretario de CARBAP, Matías De Velazco, además del diputado provincial del PRO, Jorge Sdroek. En opinión de Frola, la Argentina pierde imagen en el mundo exportador, porque además de no cumplir con la cuota Hilton sobre carnes, tampoco se cubren los compromisos asumidos en otros productos agropecuarios. “Así va a ser difícil instalar a la Argentina como productora de alimentos”, aseguró. Reclamaron por menor presión en los créditos, la aplicación de una ley de emergencia, y la calidad de los informes que le llegan a la Presidenta, a la que consideran, como mínimo, desinformada. Para peor, dicen, el trigo ni siquiera se puede utilizar como moneda de canje para compra de insumos.
Pero al mismo tiempo hubo un poco de autocrítica: "El campo necesita mejorar la comunicación para que la gente entienda nuestro reclamo. No sabemos comunicarnos y, para empezar a hacerlo, tenemos que asumir que, en esa materia, el Estado nos lleva ventaja", frase que provino de uno de los vicepresidente de CRA, Pedro Apaolaza, con quien nos comunicamos.

Noticias & Protagonistas: ¿La Presidenta ignora cómo son las cosas, o los provoca con su discurso? Porque a veces parece difícil creer que sea posible que ignore algunas cosas importantes en el tema del campo o el de la educación.
Pedro Apaolaza: Cuando alguien no evalúa correctamente los datos que le ofrecen para hacer un discurso, sabiendo que no reflejan la realidad, hace las dos cosas: desinforma y provoca una reacción lógica, porque se argumenta sobre hechos que no son reales. Por eso sale el comunicado de CARBAP, poniendo las cosas en su lugar. Los datos técnicos que ella maneja se los da el INTA, y todos sabemos lo que pasa: el INTA es un organismo con gran historia, pero hoy es como cuando hablando de inflación se recurre al INDEC. Ellos tienen la orden de emitir informes en un determinado sentido, y de allí no salen.

N&P: ¿Usted dice que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria dibuja los informes, como el INDEC? Es una declaración fuerte.
PA: Es que cuando uno mira la realidad, los errores se hacen evidentes. A sus técnicos les dicen que hay que hacer, por ejemplo, un informe sobre la sequía en General Pueyrredon, pero tiene que decir “esto y esto”. Le hacen caso a la bajada de línea y así salen los informes. Hablando en privado con varios agentes del INTA que están en el campo, reconocen que esta es la metodología y que no pueden hacer ni decir otra cosa. Entonces así es como salen los informes.

N&P: Frente a todo lo que está ocurriendo, ¿dónde creen que hay correcciones que impulsar? Desde Rosario por ejemplo, estaban recomendando a los productores de trigo no sembrar…
PA: Bueno, nosotros también tuvimos una reunión en Tres Arroyos y decíamos lo mismo, pero la realidad hace que algunos no puedan darse el lujo de no sembrar. Todo el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires se encuentra sin alternativas. Vacas no quedaron, ovejas hay muy pocas, entonces esa gente va a sembrar porque no le queda otra opción. Es cierto, no va a faltar pan en la Argentina porque van al trigo; que de todos modos tampoco la producción alcanzará las 6 o 7 millones de toneladas de las que habla el Gobierno, sino que para el pan, alrededor de 3 o 4 millones son suficientes para abastecer.

N&P: ¿Y entonces qué hará el productor?
PA: Y, lo más importante es trabajar sobre seguro, si es que quiere estar tranquilo. Antes que tener uno o dos silos llenos de una producción que no puede vender, va a preferir ir, por ejemplo, a la cebada, que vale más que el trigo y no tienen que estar discutiendo con el Gobierno si les dan o no permiso para comercializar.

N&P: Ahora, si está garantizado el abastecimiento pleno para mercado interno, ¿por qué no liberar la exportación del resto?¿O acaso aquí hay algún vuelto grande negociado con los exportadores?
PA: Claro que lo hay: alrededor de 50 dólares por tonelada. Al destruir el mercado, ellos dicen “¿quieren vender?, bueno, pero no pago más que hasta tanto”. Entonces se ofrecen 480 o 490 pesos por tonelada, cosa que es un soberano disparate pero nadie dice nada. Y así estamos; vamos por el quinto año viviendo lo mismo.

N&P: ¿Esto también corre para las cooperativas?
PA: Sí, no lo duden. Nosotros hemos solicitado desde Tres Arroyos que nos digan cuál es la cooperativa que hoy esté pagando el precio pleno al productor de trigo: ninguna. Es la misma lógica, porque son exportadoras y están dentro de un sistema en el que se mueven con ventaja.

N&P: Tampoco da la sensación de que fuera algo muy difícil de ordenar. En el caso de la carne, hemos visto cierres de varios frigoríficos ¿Estaba sobredimensionado el sector?
PA: La producción de carnes preveía una industria en expansión porque nuestra oferta es de muy buena en calidad, se trabaja bien, por eso incluso vinieron extranjeros a invertir, como el caso de los brasileños, que pusieron mucho dinero. Pero es verdad, hay como 120 plantas cerradas o más, con 14.000 empleados de la industria parados pero que tienen garantía horaria, lo que es otro disparate. Y la faena cayó muchísimo. Tengamos en cuenta que casi no hay exportaciones, que el consumo bajó porque la oferta es baja y la demanda hace que los valores sean muy altos. No olvidemos un dato: hay diez millones de cabezas menos

N&P:
¿El aumento de precios no lo benefició?
PA: Ocurre que allí hay una trampa: el repunte del último año, que es de más o menos un 4%, no se debe a las “buenas políticas de gobierno”, como pretenden hacer creer, sino a que el productor mismo decidió hacer retención de terneras para poder recuperar cabezas; entonces no envía a faena, y eso disminuye más la oferta, que es lo que influye en los precios. Pero que quede claro: no es un logro del Gobierno, sino una medida defensiva del productor.

El yuyo maldito

Cuanto le preguntamos al entrevistado cómo veía el escenario para el 2012, teniendo en cuenta que ha llovido bastante y que la soja está arañando los 500 dólares por tonelada en la Bolsa de Chicago, contestó con ironía: “¡Qué paradoja! Hoy resulta que ese “yuyo maldito que habría que desterrar”, como dijo el Gobierno, es el que lo está salvando. Y ahora tienen un yuyo maldito propio. Por eso digo que hay muchos proyectos de ley que no tienen nada que ver con la realidad”.
Mientras tanto se le sigue dando vueltas a la idea de la “oligarquía que no obedece los planes del Gobierno nacional y popular”. Así va a ser complicado, porque los insumos siguen subiendo, los costos también, y no hay ecuación económica que aguante.

“Sadismo”


En este nuevo clima de enrarecimiento –si es que alguna vez no estuvo así-, la Mesa de Enlace reclama por los 500 millones de pesos prometidos a los productores afectados por la sequía, situación que no revierte por unos pocos días de lluvia. Tampoco habrían llegado los créditos a baja tasa de los bancos Nación y Provincia.
“La siniestralidad es muy alta, para muchos insostenible”, asegura Hugo Biolcati, quien no dudó en calificar de “sádica” la actitud del Gobierno nacional. Pedro Apaolaza ratificó: “el Gobierno nos ha elegido como enemigos, y eso no cambió”. A criterio de todos, de permanecer por este rumbo, serán muchos los productores que quedarán afuera del sistema.