La producción se va corriendo hacia el noroeste

La intervención de la agencia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Cruz del Eje logró mantener a productores caprinos dentro del sistema y evitó el éxodo rural de la juventud en el noroeste cordobés. ¿Cómo? Promoviendo un régimen mixto de carne y leche de cabra, ya que hay cuatro o cinco meses en que la cabra no da de mamar y se aprovecha este tiempo ocioso para ofrecer ese subproducto al mercado.

Cada temporada lechera, el noroeste provincial ofrece al mercado entre 500 mil y 750 mil litros de leche de cabra, que van a parar a la industria quesera y a la de leche en polvo.

Mucha de esa producción sale de esta región provincial y se industrializa en San Juan, aunque también se comercializa en Córdoba.

El éxito del sistema estuvo dado por la promoción del asociativismo entre pequeños productores que lograron armar grupos de entre 20 y 30, que negocian en cantidad.

El Inta consiguió evitar la instalación de los tradicionales tambos y los reemplazó con una tecnología simple que cada productor puede aplicar donde tiene su majada para obtener una calidad aceptable para la industria.

Hoy, hay alrededor de 300 productores integrados en este sistema y cada uno de ellos maneja en promedio unas 60 cabras. El departamento Cruz del Eje concentra el 20 por ciento del total de la producción caprina de Córdoba.

El médico veterinario Rubén Rodríguez, uno de los impulsores de la experiencia regional del Inta, consideró: "Córdoba se ubicó gracias a este proyecto en el primer lugar en valor agregado para la leche de cabra y en la única que produce, además de queso, la leche en polvo. La fortaleza del sistema fue que, en lugar de crearles tambos tradicionales, mecanizados, con actores nuevos del sistema, lo resolvimos con una tecnología muy simple de técnicas de ordeñe y manejo de la leche que daban calidad aceptable para la industria y que nos permitió contar con mano de obra disponible que había en las familias".