Ateneos
Comunicado

Discurso del presidente de Ateneo CRA en el marco del Congreso anual de Jóvenes

Nota.

Autoridades presentes, señor Jorge Chemes, Presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, señor intendente de la ciudad de Curuzú Cuatiá, ateneístas y público en general.

Quiero comenzar agradeciendo al ateneo anfitrión de Curuzú Cuatiá y a su Sociedad Rural por la organización de este gran encuentro y por prestarnos su casa, a CARC y a la ASRC por acompañarlos como ateneo confederado y confederación respectivamente, y a cada una de las personas que se encuentran hoy aquí presentes, y que nos acompañan en esta nueva edición del Congreso de Ateneo CRA.

Nos encontramos en otro congreso más, después de un año normal y habiendo dejado atrás la pandemia que tanto nos afectó en los dos años anteriores. Hoy es un día para celebrar que podamos estar acá todos reunidos y ansiosos por dos jornadas de capacitaciones, de charlas, risas, abrazos que se hicieron esperar, encuentros con viejos amigos y anécdotas de algún tiempo pasado en el ateneo. Hace falta solamente vernos las caras unos con otros para poder ver a través de nuestras miradas y sonrisas lo que significa para nosotros poder vivir un congreso más, y si bien para muchos es su primera vez estoy seguro de que no será simplemente una experiencia más, sino que se la llevarán en la memoria para el resto de sus vidas.

Hoy quiero hablar de nosotros, de los jóvenes, de todos aquellos que pertenecemos y aportamos nuestro granito de arena a este movimiento. Desde hace ya varios años que resuena el nombre "Ateneo" en las instituciones, un grupo de jóvenes del ámbito agropecuario, un grupo de jóvenes que se reúnen en las Sociedades Rurales a charlar sobre la actualidad del país, un grupo de jóvenes que dan una mano en las exposiciones rurales y demás actividades anuales, pero permítanme decirles que hoy en día somos mucho más que eso.

Los ateneos nos formamos para potenciar nuestras rurales, para dar continuidad y trascendencia a la institución, para renovarlas y darles vida, y es fundamental que cada dirigente rural lo entienda así. Somos el recambio y eso lo venimos demostrando desde hace ya algunos años. Y a los dirigentes de Sociedades Rurales hoy aquí presentes les digo, con total garantía y seguridad que no somos su competencia, no somos estructuras separadas, todos somos parte de una misma institución y estamos para ayudarlos, para complementarlos y para aprender de ustedes, tanto de sus errores como de sus aciertos.

Como ya es habitual, lamentablemente, nos toca transitar este Congreso de Ateneo CRA en una situación difícil para el sector agropecuario en nuestro país al día de hoy, pero no solo para nuestro sector, sino también para todos aquellos sectores involucrados en la cadena productiva nacional. Estamos frente a un gobierno que, sin un rumbo claro, culpa al campo de cada error, cuando sus errores a la vista están de que son producto de su propia inoperancia y corrupción. A través de discursos de odio, el gobierno alega constantemente que el campo es el culpable de la inflación, de la pobreza, del desempleo, y de todo mal que somete a nuestro país hoy en día y se niega irrevocablemente a ver que es gracias al campo que el país hoy en día no colapsa y que lo sostiene, aportando impositivamente enormes sumas de dinero y divisas que terminan siendo malgastadas y derrochadas.

Y por si eso fuera poco, hoy el gobierno se desentiende completamente de los jóvenes, hoy el gobierno no está en absoluto comprometido con nuestro presente ni mucho menos con nuestro futuro, y hoy el gobierno no genera ningún tipo de política a largo plazo para que jóvenes como nosotros tengan la oportunidad de progresar y vivir en el país en donde nacieron. ¿Acaso parece que nos quieren fuera de nuestro propio país?

En varias ocasiones y con mayor frecuencia mencionamos que cada vez son más los jóvenes que se establecen sin retorno en otros países en busca de una vida mejor, con mayor estabilidad económica, mayor seguridad, en busca de gobiernos menos corruptos, en busca de reglas claras, y si bien creo firmemente que un país que no incentiva a las nuevas generaciones es un país sin futuro, también soy de los que piensa y cree que las cosas pueden cambiar, y reafirmo esto que digo viéndolos hoy a cada uno de ustedes sentados acá con el compromiso de formarse como futuros dirigentes rurales y políticos que el día de mañana van a buscar que Argentina sea un mejor lugar para vivir en todo sentido. Cada uno de nosotros forma parte de una institución, de una Sociedad Rural, que no solo aporta al crecimiento del agro sino de cada localidad en la cual se encuentra. Los ateneos realizan acción social, organizan colectas, dan una mano a comedores comunitarios, incluyen a personas de diversos rubros, se solidarizan con causas sociales, brindan capacitaciones gratuitas, y todo eso sin esperar nada a cambio. Déjenme decirles y quiero ser claro en esto, la esperanza del país está acá.

Hoy tenemos la dicha de contar con un ateneo nacional que nos nuclea a lo largo y ancho del país, que nos vincula y relaciona día a día y el cual nos une como única institución, nuestro querido Ateneo CRA. Un ateneo al cual muchos ateneístas y ex ateneístas aportaron tiempo, energías, salud (aunque no lo crean) y que hoy lo tenemos en nuestras manos para darle continuidad y el rumbo que consideremos mejor. Son incontables las oportunidades y puertas que nos abre el ateneo, desde formación y capacitación hasta grandes amistades y a veces más que eso, por eso quiero instarlos a que nos comprometamos, nos involucremos y participemos activamente de este movimiento, y que aprovechemos todo lo que esta institución puede brindarnos, porque creo firmemente que desde las instituciones podemos empezar a generar los cambios que tanto deseamos.

Hoy el campo y la sociedad nos necesitan, hoy nuestro país nos necesita, empecemos desde hoy a construir un futuro mejor, un país mejor, una Argentina en la cual podamos cumplir cada sueño que alguna vez nos propusimos. Quizás suene un tanto ambicioso, quizás nos parezca mucha responsabilidad, y es normal sentir un poco de miedo, pero somos jóvenes y con toda una vida por delante, no permitamos que gente que no pudo antes nos quiera hacer ver que tampoco podremos. Hay una frase muy conocida que dice "Si crees que puedes, ya estas a medio camino". Los insto a que demos el primer paso y creamos que podamos, porque el único fracaso es no intentarlo.

¡Muchas gracias!