Biodiesel: en seis años se evitó la emisión de 10 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en ArgentinaEl corte del gasoil con un 10% de este derivado de la soja fue beneficioso para el medioambiente. Esta reducción equivale al impacto positivo que tendrían 73 millones de árboles implantados en una superficie doce veces más grande que la Ciudad de Buenos Aires.
Siempre suele decirse que el biodiesel, utilizado de manera pura o como corte en el gasoil, es un recurso muy beneficioso para el medioambiente.
Esto es así dado que este derivado de la soja -que se viene utilizando en la Argentina para cortar en una proporción del 10% el combustible que cargan tractores, camiones y autos diesel-, minimiza la emisión de componentes nocivos para el ambiente y la salud, entre los que figuran principalmente el dióxido de carbono (C02).
En los últimos años, la Argentina ha dado un paso importante al ir ampliando el nivel corte del gasoil con biodiesel. Las protagonistas son las 26 empresas que operan en el país y están dedicadas a la producción de “bio” para el mercado interno.
La particularidad de este negocio es que, mientras los grandes productores están completamente abocados al negocio de la exportación, estas Pymes que están nucleadas en la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biodiesel (CEPREB), están 100% orientadas a abastecer al mercado doméstico.
Impacto medioambiental clave
En la región, Brasil es uno de los países con la política más activa en cuanto a la investigación de los beneficios del biodiesel.
En diálogo con iProfesional, Expedito Parente, ingeniero químico que formó parte en la creación y ejecución del Programa Brasileño de Producción y Uso de Biodiesel (PNPB), afirmó que “el impacto de este biocombustible renovable es muy relevante”.
“La industria del bio está muy bien organizada y en diálogo permanente con el gobierno brasileño. Entonces, con el objetivo de incrementar el porcentaje de este biocombustible a través del nivel obligatorio de corte, hemos encarado estudios a empresas y consultoras especializadas para dimensionar y poner en números las ventajas concretas de su uso”, detalla.
“Tras diversos estudios tendientes a medir la huella de carbono de esta actividad, hemos comprobado que la cadena de valor del biodiesel, es decir desde que se produce la soja hasta que el producto llega al consumidor final, genera 70% menos de gases efecto invernadero que la cadena del petróleo”, explica Parente.
Según el experto, desde 2005 y hasta el primer trimestre de 2016 en Brasil se consumieron 22.000 millones de litros de bio y así se evitó la emisión de 41 millones de toneladas de C02.
“Esta reducción equivale al impacto positivo que hubiesen tenido 300 millones de árboles en el medioambiente, en un área equivalente a la isla de Jamaica”, grafica.
Para este ingeniero, estas cifras pueden extrapolarse perfectamente a la Argentina, porque la materia prima es la misma.
Sin embargo, indica que la reducción de la huella de carbono es incluso mayor en la Argentina, porque en Brasil gran parte de la cadena sojera está ubicada a más de 2.000 kilómetros de los puertos marítimos.
En cambio, los campos sojeros más productivos de la Argentina están a un paso del polo de crushing de Santa Fe, el más importante a nivel global.
“Esto garantiza que la huella de carbono en el caso de la Argentina sea incluso menor”, recalca.
En el país, desde el año 2008 se despecharon para la realización del corte obligatorio unas 5,7 millones de toneladas de biodiesel.
Extrapolando los datos de la Unión Brasileña de Biodiesel y Bioqueroseno (UBRABIO), esto equivale a que, en ese mismo lapso, se evitó la emisión de 10 millones de toneladas de C02 a la atmósfera.
Esto, a su vez, equivaldría al mismo efecto que tendrían en el medioambiente unos 73,2 millones de árboles plantados en una superficie que equivaldría unas doce veces al área que ocupa la Ciudad de Buenos Aires.
Desde CEPREB, Francisco Jáuregui, director ejecutivo de la entidad, afirmó que "siempre que estén dadas las condiciones, básicamente con un precio acorde y en un escenario de previsibilidad, desde la cámara apoyamos el aumento del corte en idéntica sintonía con las políticas que se han implementado para el bioetanol".
"Esto, no sólo por el impacto medioambiental favorable, sino también por los beneficios macroeconómicos en términos de promoción de las economías regionales, generación de empleo y diversificación de la matriz energética que la producción de biodiesel implica", concluyó.
Siempre suele decirse que el biodiesel, utilizado de manera pura o como corte en el gasoil, es un recurso muy beneficioso para el medioambiente.
Esto es así dado que este derivado de la soja -que se viene utilizando en la Argentina para cortar en una proporción del 10% el combustible que cargan tractores, camiones y autos diesel-, minimiza la emisión de componentes nocivos para el ambiente y la salud, entre los que figuran principalmente el dióxido de carbono (C02).
En los últimos años, la Argentina ha dado un paso importante al ir ampliando el nivel corte del gasoil con biodiesel. Las protagonistas son las 26 empresas que operan en el país y están dedicadas a la producción de “bio” para el mercado interno.
La particularidad de este negocio es que, mientras los grandes productores están completamente abocados al negocio de la exportación, estas Pymes que están nucleadas en la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biodiesel (CEPREB), están 100% orientadas a abastecer al mercado doméstico.
Impacto medioambiental clave
En la región, Brasil es uno de los países con la política más activa en cuanto a la investigación de los beneficios del biodiesel.
En diálogo con iProfesional, Expedito Parente, ingeniero químico que formó parte en la creación y ejecución del Programa Brasileño de Producción y Uso de Biodiesel (PNPB), afirmó que “el impacto de este biocombustible renovable es muy relevante”.
“La industria del bio está muy bien organizada y en diálogo permanente con el gobierno brasileño. Entonces, con el objetivo de incrementar el porcentaje de este biocombustible a través del nivel obligatorio de corte, hemos encarado estudios a empresas y consultoras especializadas para dimensionar y poner en números las ventajas concretas de su uso”, detalla.
“Tras diversos estudios tendientes a medir la huella de carbono de esta actividad, hemos comprobado que la cadena de valor del biodiesel, es decir desde que se produce la soja hasta que el producto llega al consumidor final, genera 70% menos de gases efecto invernadero que la cadena del petróleo”, explica Parente.
Según el experto, desde 2005 y hasta el primer trimestre de 2016 en Brasil se consumieron 22.000 millones de litros de bio y así se evitó la emisión de 41 millones de toneladas de C02.
“Esta reducción equivale al impacto positivo que hubiesen tenido 300 millones de árboles en el medioambiente, en un área equivalente a la isla de Jamaica”, grafica.
Para este ingeniero, estas cifras pueden extrapolarse perfectamente a la Argentina, porque la materia prima es la misma.
Sin embargo, indica que la reducción de la huella de carbono es incluso mayor en la Argentina, porque en Brasil gran parte de la cadena sojera está ubicada a más de 2.000 kilómetros de los puertos marítimos.
En cambio, los campos sojeros más productivos de la Argentina están a un paso del polo de crushing de Santa Fe, el más importante a nivel global.
“Esto garantiza que la huella de carbono en el caso de la Argentina sea incluso menor”, recalca.
En el país, desde el año 2008 se despecharon para la realización del corte obligatorio unas 5,7 millones de toneladas de biodiesel.
Extrapolando los datos de la Unión Brasileña de Biodiesel y Bioqueroseno (UBRABIO), esto equivale a que, en ese mismo lapso, se evitó la emisión de 10 millones de toneladas de C02 a la atmósfera.
Esto, a su vez, equivaldría al mismo efecto que tendrían en el medioambiente unos 73,2 millones de árboles plantados en una superficie que equivaldría unas doce veces al área que ocupa la Ciudad de Buenos Aires.
Desde CEPREB, Francisco Jáuregui, director ejecutivo de la entidad, afirmó que "siempre que estén dadas las condiciones, básicamente con un precio acorde y en un escenario de previsibilidad, desde la cámara apoyamos el aumento del corte en idéntica sintonía con las políticas que se han implementado para el bioetanol".
"Esto, no sólo por el impacto medioambiental favorable, sino también por los beneficios macroeconómicos en términos de promoción de las economías regionales, generación de empleo y diversificación de la matriz energética que la producción de biodiesel implica", concluyó.