Cámaras del Valle de Uco acusan a bodegas de incumplir precios pactadosLas entidades afirman que hay una actitud especulativa de algunos establecimientos con el objetivo de bajar los valores acordados por la uva.
Un año de cosecha pobre pone a prueba los acuerdos y expone grietas entre bodegas y productores a la hora de aplicar las condiciones pactadas. Cuando el vino nuevo está a punto de salir al mercado, la grieta se abre con precios que cambian y plazos que se extienden, según una denuncia conjunta de las entidades que representan al sector vitícola del Valle de Uco.
Ésta no es una maniobra desconocida en la industria. De hecho, desde hace varios años productores de otras zonas, como es el caso del Este, vienen poniendo en el tapete este accionar.
Según explican, desde las cámaras en el Valle de Uco, por ejemplo, un kilo de malbec con un precio comprometido a pagar de $ 27 por kilo incluso de contado termina liquidándose entre $ 20 y $ 22 y hasta en 6 cuotas, señalando atrasos en el primer pago. Algo similar pasa con cabernet sauvignon, entre otras variedades. Quienes pudieron salvar la ropa cerraron transacciones a precios hasta 90% superiores a 2016; es el caso de chardonnay para base espumante, cotizada a $ 13 por kilo en cuotas.
La Sociedad Rural del Valle de Uco, y las Cámaras de Comercio y Agricultura de Tupungato y Tunuyán recogieron los planteos, volcándolos a un documento. En el mismo, que lleva la firma de Mario Leiva, Sebastián Lafalla y Alberto Carleti, respectivamente como titulares de las tres entidades, manifiestan "su profunda preocupación ante la demora por parte de las bodegas compradoras de uva de practicar las liquidaciones de la cosecha como así también mostrarse renuentes a cumplir con los precios pactados, en muchos casos, como es costumbre, en forma verbal".
Aunque sin dar nombres, el malestar apunta a los grandes tenedores de volúmenes, para muchos, formadores de precio. Es a las que acusan de "una maniobra especulativa para intentar bajar los precios acordados".
Al respecto, desde el sector industrial relativizan la situación, poniéndola en el contexto de una crisis que afecta a todos y dispara la caída del consumo. Pero especialmente por la recomposición del precio de la materia prima por segundo año consecutivo.
"El precio de la uva va a reflejarse en la góndola. Si bien no tenemos registro de lo que se dice, hubo muchas operaciones cerradas a último momento de palabra, como es común desde hace años. Es difícil firmar contratos en un año como éste", argumentó Walter Bressia, titular de Bodegas de Argentina.
Sin embargo, los denunciantes suman datos a lo que consideran una situación ya de por sí irregular y en contra de la rentabilidad del viñatero, como la negociación de cheques a plazo a condición de transferir el costo financiero.
En este sentido, el bodeguero del Valle de Uco y ex funcionario de la gestión de Paco Pérez, Martín Hinojosa, señaló que "esto generalmente no pasa en el Valle de Uco. Muchas veces las bodegas te dicen que entregués la uva y luego el precio se ajusta a los que paga el mercado. Es raro que te ofrezcan un precio concreto y después cambien".
Pero agregó, que la posición de las bodegas es "entendible" porque "tener un malbec de $ 23 o $ 24 el kilo te deja fuera del mercado internacional. Los movimientos pendulares no son buenos. Ni los $ 4 por kilo de malbec de hace 5 años eran buenos ni los $ 24 por kilo de malbec de ahora".
Reunión para tomar medidas
Ante lo que consideran una situación grave, las cámaras del Valle de Uco lanzaron una convocatoria a una reunión con productores de la región "a fin de mes, para evaluar la situación y tomar en su caso las medidas que se acuerden en defensa de su derecho a recibir el precio pactado por las uvas".
Mientras tanto, los dirigentes sugieren a los productores algunas formas de blindarse para minimizar el perjuicio financiero. Entre otras, no aceptar la liquidación si no están de acuerdo.
Según observó Lafalla, miembro del Fondo Vitivinícola: "Deben tomar el tiempo necesario. Si no se firma la liquidación y factura, la bodega no puede apropiarse del producto".
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Un año de cosecha pobre pone a prueba los acuerdos y expone grietas entre bodegas y productores a la hora de aplicar las condiciones pactadas. Cuando el vino nuevo está a punto de salir al mercado, la grieta se abre con precios que cambian y plazos que se extienden, según una denuncia conjunta de las entidades que representan al sector vitícola del Valle de Uco.
Ésta no es una maniobra desconocida en la industria. De hecho, desde hace varios años productores de otras zonas, como es el caso del Este, vienen poniendo en el tapete este accionar.
Según explican, desde las cámaras en el Valle de Uco, por ejemplo, un kilo de malbec con un precio comprometido a pagar de $ 27 por kilo incluso de contado termina liquidándose entre $ 20 y $ 22 y hasta en 6 cuotas, señalando atrasos en el primer pago. Algo similar pasa con cabernet sauvignon, entre otras variedades. Quienes pudieron salvar la ropa cerraron transacciones a precios hasta 90% superiores a 2016; es el caso de chardonnay para base espumante, cotizada a $ 13 por kilo en cuotas.
La Sociedad Rural del Valle de Uco, y las Cámaras de Comercio y Agricultura de Tupungato y Tunuyán recogieron los planteos, volcándolos a un documento. En el mismo, que lleva la firma de Mario Leiva, Sebastián Lafalla y Alberto Carleti, respectivamente como titulares de las tres entidades, manifiestan "su profunda preocupación ante la demora por parte de las bodegas compradoras de uva de practicar las liquidaciones de la cosecha como así también mostrarse renuentes a cumplir con los precios pactados, en muchos casos, como es costumbre, en forma verbal".
Aunque sin dar nombres, el malestar apunta a los grandes tenedores de volúmenes, para muchos, formadores de precio. Es a las que acusan de "una maniobra especulativa para intentar bajar los precios acordados".
Al respecto, desde el sector industrial relativizan la situación, poniéndola en el contexto de una crisis que afecta a todos y dispara la caída del consumo. Pero especialmente por la recomposición del precio de la materia prima por segundo año consecutivo.
"El precio de la uva va a reflejarse en la góndola. Si bien no tenemos registro de lo que se dice, hubo muchas operaciones cerradas a último momento de palabra, como es común desde hace años. Es difícil firmar contratos en un año como éste", argumentó Walter Bressia, titular de Bodegas de Argentina.
Sin embargo, los denunciantes suman datos a lo que consideran una situación ya de por sí irregular y en contra de la rentabilidad del viñatero, como la negociación de cheques a plazo a condición de transferir el costo financiero.
En este sentido, el bodeguero del Valle de Uco y ex funcionario de la gestión de Paco Pérez, Martín Hinojosa, señaló que "esto generalmente no pasa en el Valle de Uco. Muchas veces las bodegas te dicen que entregués la uva y luego el precio se ajusta a los que paga el mercado. Es raro que te ofrezcan un precio concreto y después cambien".
Pero agregó, que la posición de las bodegas es "entendible" porque "tener un malbec de $ 23 o $ 24 el kilo te deja fuera del mercado internacional. Los movimientos pendulares no son buenos. Ni los $ 4 por kilo de malbec de hace 5 años eran buenos ni los $ 24 por kilo de malbec de ahora".
Reunión para tomar medidas
Ante lo que consideran una situación grave, las cámaras del Valle de Uco lanzaron una convocatoria a una reunión con productores de la región "a fin de mes, para evaluar la situación y tomar en su caso las medidas que se acuerden en defensa de su derecho a recibir el precio pactado por las uvas".
Mientras tanto, los dirigentes sugieren a los productores algunas formas de blindarse para minimizar el perjuicio financiero. Entre otras, no aceptar la liquidación si no están de acuerdo.
Según observó Lafalla, miembro del Fondo Vitivinícola: "Deben tomar el tiempo necesario. Si no se firma la liquidación y factura, la bodega no puede apropiarse del producto".