No queremos ser convidados de piedraEditorial de la revista de CRA del mes de julio, a cargo del presidente de CRA, Dardo Chiesa.
El nuevo y reciente incremento del precio de los combustibles representa para los productores agropecuarios un verdadero castigo a la inversión y el desarrollo. Este aumento que repercute en los costos en dólares del precio del gasoil en un 6% (que contiene un 50% de impuestos) representa un costo adicional de $ 3.300 millones para el sector agropecuario en su totalidad, que vulnera aún más a las zonas sensibles.
El proceso inflacionario saca de competencia a muchas localidades del interior argentino y pone contra las cuerdas a toda la región productiva de la Patagonia y el Norte de la Argentina. Todo aquel lugar que esté a más de 600 kilómetros del puerto ya sufre hoy graves problemas para continuar produciendo.
La verdadera reforma impositiva integral que necesita el sector agropecuario para despejar la rentabilidad queda nuevamente destruida por medidas económicas que no hacen más que alejar la inversión y planificación del nuevo país que tanto se pregonan desde el mismo oficialismo como el único camino para la reactivación.
Los egoísmos políticos que guían acciones frías, distanciadas de las realidades de las economías regionales, o de lo que sucede en los campos que están bajo el agua en buena parte del país, no son consensuadas con quienes son los verdaderos protagonistas del cambio: los productores agropecuarios.
Desde CRA no vamos a permitir ser meros convidados de piedra en las discusiones trascendentales de la Argentina, como ser la demorada reforma estructural impositiva, o las transformaciones que necesita todo el interior en materia de infraestructura, que ven su demora más cabal en el anunciado y poco ejecutado Plan Belgrano.
Confiamos y creemos en este Gobierno nacional. Estamos de acuerdo en la necesidad de que esta República debe ser refundada. Por eso como entidad gremial nuestra actitud es participativa y colaborativa, abiertos al diálogo y al debate fecundo siempre de la mano de propuestas que necesitan reglas claras después de 12 años nefastos para la Argentina. Pero también necesitamos resultados urgentes desde el ámbito público, que no se guíen por especulaciones políticas o se retrasen en llegar por procesos eleccionarios como el que se está por venir en octubre. La política no debe relegar a las decisiones técnicas y estratégicas que se precisan en todo el país.
No podemos, por ejemplo, seguir esperando las derivaciones de los años electorales para ver de qué manera el Estado actúa para recuperar la rentabilidad y competitividad de los productores del norte argentino que transportan sus productos, cargados de impuestos, por más de 1.500 kilómetros de rutas intransitables.
Es cierto que estamos viviendo tiempos distintos y valoramos la apertura que expone el Gobierno. Pero el desafío es aún mayor. El futuro nos exige generar mayor trabajo para todos los argentinos y crecer en cuanto a la creación de valor agregado en origen. Desde CRA continuaremos nuestro accionar, que es el de trabajar por más empleo, por un mayor bienestar para los productores agropecuarios y por frenar la migración interna de los jóvenes de pueblos hacia los grandes centros urbanos.
El sector agroindustrial, todo el interior mismo y los argentinos debemos focalizarnos en crecer y dejar atrás el pasado. Debemos ser escuchados en los ámbitos de decisiones, tenemos mucho para proponer.
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El nuevo y reciente incremento del precio de los combustibles representa para los productores agropecuarios un verdadero castigo a la inversión y el desarrollo. Este aumento que repercute en los costos en dólares del precio del gasoil en un 6% (que contiene un 50% de impuestos) representa un costo adicional de $ 3.300 millones para el sector agropecuario en su totalidad, que vulnera aún más a las zonas sensibles.
El proceso inflacionario saca de competencia a muchas localidades del interior argentino y pone contra las cuerdas a toda la región productiva de la Patagonia y el Norte de la Argentina. Todo aquel lugar que esté a más de 600 kilómetros del puerto ya sufre hoy graves problemas para continuar produciendo.
La verdadera reforma impositiva integral que necesita el sector agropecuario para despejar la rentabilidad queda nuevamente destruida por medidas económicas que no hacen más que alejar la inversión y planificación del nuevo país que tanto se pregonan desde el mismo oficialismo como el único camino para la reactivación.
Los egoísmos políticos que guían acciones frías, distanciadas de las realidades de las economías regionales, o de lo que sucede en los campos que están bajo el agua en buena parte del país, no son consensuadas con quienes son los verdaderos protagonistas del cambio: los productores agropecuarios.
Desde CRA no vamos a permitir ser meros convidados de piedra en las discusiones trascendentales de la Argentina, como ser la demorada reforma estructural impositiva, o las transformaciones que necesita todo el interior en materia de infraestructura, que ven su demora más cabal en el anunciado y poco ejecutado Plan Belgrano.
Confiamos y creemos en este Gobierno nacional. Estamos de acuerdo en la necesidad de que esta República debe ser refundada. Por eso como entidad gremial nuestra actitud es participativa y colaborativa, abiertos al diálogo y al debate fecundo siempre de la mano de propuestas que necesitan reglas claras después de 12 años nefastos para la Argentina. Pero también necesitamos resultados urgentes desde el ámbito público, que no se guíen por especulaciones políticas o se retrasen en llegar por procesos eleccionarios como el que se está por venir en octubre. La política no debe relegar a las decisiones técnicas y estratégicas que se precisan en todo el país.
No podemos, por ejemplo, seguir esperando las derivaciones de los años electorales para ver de qué manera el Estado actúa para recuperar la rentabilidad y competitividad de los productores del norte argentino que transportan sus productos, cargados de impuestos, por más de 1.500 kilómetros de rutas intransitables.
Es cierto que estamos viviendo tiempos distintos y valoramos la apertura que expone el Gobierno. Pero el desafío es aún mayor. El futuro nos exige generar mayor trabajo para todos los argentinos y crecer en cuanto a la creación de valor agregado en origen. Desde CRA continuaremos nuestro accionar, que es el de trabajar por más empleo, por un mayor bienestar para los productores agropecuarios y por frenar la migración interna de los jóvenes de pueblos hacia los grandes centros urbanos.
El sector agroindustrial, todo el interior mismo y los argentinos debemos focalizarnos en crecer y dejar atrás el pasado. Debemos ser escuchados en los ámbitos de decisiones, tenemos mucho para proponer.