Luz amarilla para la campaña fina que se vienePrincipal insumo agrícola.
Mientras esperamos en los puestos de largada de la "Campaña Fina", que debido a las precipitaciones recientes, la acumulación de agua en el perfil del suelo, del precio del trigo disponible en la plaza local, y el deseo y la necesidad de una revancha después de la desastrosa "Campaña 2017 - 2018" por parte de los productores, vemos un aumento del área dedicada al trigo del orden del 5%.
Pero una luz amarilla se nos enciende en el tablero de control, y esta es él precio del gasoil, un insumo principal en el andamiaje productivo agrícola.
Desde la desregulación del mercado este lleva un aumento de precio acumulado del 30%, es decir que el sector agrícola en su conjunto tendría que erogar, de mantenerse estos guarismos para las dos campañas, un extra de $14.100 millones de pesos en el año, solo por el incremento de este insumo.
Cabe decir que de estos $14.100 MILLONES, el 63% es carga impositiva (conceptos no gravados, IVA, ingresos brutos, ITC). $8.890 millones corresponden a estos rubros.
De los factores que intervienen en la formación del precio al surtidor, si bien la variable del tipo de cambio parece estar en cierta calma no sucede lo mismo con el precio del barril de crudo, que empieza a recuperarse y esto impacta en el precio ya que participa en la composición de costos en un 40%.
Algunos productores empiezan a utilizar todo lo que pueden del biodiesel de autogeneración y autoconsumo, o agudizan el ingenio con esquemas de canje por grano para alivianar las cargas impositivas sobre este insumo.
Sin embargo los grandes perdedores serán paradojicamente los productores más vulnerables, aquellos que tienen que transportar su grano hasta las áreas de comercialización en algunos casos a 1.000 km de sus chacras, los que utilicen el insumo en forma constante en su esquema de producción y no puedan prescindir de él, como es el caso de las economías regionales o el tambo.
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Mientras esperamos en los puestos de largada de la "Campaña Fina", que debido a las precipitaciones recientes, la acumulación de agua en el perfil del suelo, del precio del trigo disponible en la plaza local, y el deseo y la necesidad de una revancha después de la desastrosa "Campaña 2017 - 2018" por parte de los productores, vemos un aumento del área dedicada al trigo del orden del 5%.
Pero una luz amarilla se nos enciende en el tablero de control, y esta es él precio del gasoil, un insumo principal en el andamiaje productivo agrícola.
Desde la desregulación del mercado este lleva un aumento de precio acumulado del 30%, es decir que el sector agrícola en su conjunto tendría que erogar, de mantenerse estos guarismos para las dos campañas, un extra de $14.100 millones de pesos en el año, solo por el incremento de este insumo.
Cabe decir que de estos $14.100 MILLONES, el 63% es carga impositiva (conceptos no gravados, IVA, ingresos brutos, ITC). $8.890 millones corresponden a estos rubros.
De los factores que intervienen en la formación del precio al surtidor, si bien la variable del tipo de cambio parece estar en cierta calma no sucede lo mismo con el precio del barril de crudo, que empieza a recuperarse y esto impacta en el precio ya que participa en la composición de costos en un 40%.
Algunos productores empiezan a utilizar todo lo que pueden del biodiesel de autogeneración y autoconsumo, o agudizan el ingenio con esquemas de canje por grano para alivianar las cargas impositivas sobre este insumo.
Sin embargo los grandes perdedores serán paradojicamente los productores más vulnerables, aquellos que tienen que transportar su grano hasta las áreas de comercialización en algunos casos a 1.000 km de sus chacras, los que utilicen el insumo en forma constante en su esquema de producción y no puedan prescindir de él, como es el caso de las economías regionales o el tambo.