"Para trabajar en campos de la Patagonia, antes que el sueldo, preguntan si hay señal de celular" Enrique Grant, presidente de la Sociedad Rural de Comodoro Rivadavia, hizo referencia a la gran sequía que atraviesa la Patagonia y a la imperiosa necesidad de conectividad para repoblar los campos.
¿Cómo está el ánimo del productor patagónico hoy en día?
El ánimo del productor de la Patagonia en cuanto a los mercados está conforme porque los precios de la lana son interesantes. Quizás estemos un poco complicados con la venta de carne, debido a la sequía, ya que varios campos se quieren descargar y lamentablemente no hay lugar donde colocar la hacienda. Estamos atravesando una sequía importante que desde hace varios años no se veía; así que es un verano muy complicado para el productor, y eso bajonea un poco el ánimo, porque si bien pudiste haber vendido bien tu lana, pero ves que el campo se está degradando, tenés la hacienda en regulares condiciones y sin perspectiva de poder sacarla.
El año pasado, por ejemplo, fue un año excepcional, con precipitaciones por encima del promedio; por eso este año todavía la producción fue buena, porque venía con el empujón de la zafra pasada. Las consecuencias se sufren al año siguiente, ya que, cuando se esquila en agosto/septiembre/octubre, los rindes de la lana, la cantidad de kilos y de hacienda, ya son inferiores. Tenemos dos opciones: o que venga un invierno benévolo y siga la sequía o que venga un invierno bravo, con frío y nieve, que beneficie al campo, pero que mate un gran porcentaje de la hacienda que estaba en regulares condiciones. Es una disyuntiva difícil, porque la sequía te va ahorcando un poquito cada día.
¿Cuál es la realidad de la ganadería ovina en la provincia?
El stock de ovinos es de 4 millones de cabezas; representa un aumento del 10 o 15 % en comparación con los años anteriores (pero justo con un año muy bueno como fue el 2017/18). Ahora en el 2018/19, todos los campos están con la carga justa y ante esta sequía ya están sobrepasados. Indudablemente va a haber que hacer descargas, pero con los frigoríficos la exportación está difícil, por los 3 pesos. Como se toma el dólar a -3 pesos, los números para exportar son muy justos; por eso, prácticamente para los frigoríficos que están en condiciones de exportar, que no son muchos, el negocio no les camina, porque el valor del dólar en el exterior, lo convierten y el número no da. Se habla de que se va a abrir la exportación de carne ovina, pero todavía no hay protocolos organizados. Con esta retención de los 3 pesos, se está complicando el negocio de la exportación.
Por otra parte, ha cambiado un poco el ánimo del consumo de la carne ovina. La gente se ha volcado al consumo de carne vacuna, que es de 56, 57 kilos anuales; de porcina, de 10 a 12 kilos; de pollo, entre 7 y 8 kilos y de ovina, 2 kilos por persona por año. El consumo es menor; la gente se acostumbró a la carne vacuna y cuesta volver a la ovina.
En cuanto al precio de la lana fina de nuestra zona, oscila entre los 5 a los 8 o 9 dólares. Una lana cruza está alrededor de los 4 dólares.
¿Cuáles son los temas pendientes en lo que respecta a la ganadería ovina?
La gran cantidad de campos despoblados; eso es un problema tanto para el gobierno provincial como para el nacional, porque poblar un campo es una gran inversión. En Santa Cruz, con el volcán Hudson en 1991, todo el centro de la provincia se despobló y no se pobló más. Los pocos poblados que hay, están solos en medio de la nada, con depredadores, caminos destruidos, malos alambrados, etc. En Chubut esta situación se empezó a dar en los años secos, y encima, sumado a valores de la lana hace 7 u 8 zafras que era de 2 dólares, el negocio no era rentable y el mediano productor a chico hacía los números y era más conveniente vender todos los animales y cerrar el establecimiento. Y una vez que va a la ciudad, cuesta volver al campo por la inversión de comprar animales, arreglar alambres, instalaciones, etc. Si no hay una política provincial o nacional de fomento relacionada con el tema impositivo, el productor que ya se vino a la ciudad no está en condiciones de ahorrar para volver a poblar el campo.
¿Qué sucede con la conectividad?
Es nuestra gran problemática porque en Patagonia las distancias son muy largas. El productor que va al campo quiere estar conectado con su familia y en un 80% de Chubut y Santa Cruz no hay señal de internet. Es un grave problema. El empleado que tomás lo primero que te pregunta es: "¿Hay señal de celular?". Casi ni preguntan por el sueldo; primero preguntan si hay señal de celular, y si no hay, queda en duda de tomar el trabajo. Además, el tema de los caminos es otro grave problema porque desde el Gobierno provincial y nacional siempre están escasos de fondos. Los caminos cada vez son más adversos y en algunos casos hace años que no pasa una máquina.
¿Cuál es el panorama de la ganadería bovina?
Hay un buen panorama, porque se han poblado varios campos; lo que pasa es que es muy reducido el número. En Chubut el último censo dio 230 mil vacunos y en Santa Cruz, algo más de 100 mil. La barrera sanitaria nos favorece bastante y la cría del vacuno es propicia por las temperaturas bajas en invierno, lo que hace que no tengan ningún parásito o infección. Así que prácticamente el vacuno se cría en campos naturales, no lo atacan los predadores (como en el caso ovino), la reproducción es rápida y buena, y los kilos destete son excelentes, casi mejor que en la provincia de Buenos Aires, y se venden con un precio diferencial con respecto a lo que se vende en Liniers. Es un negocio que ha aumentado, pero el problema es que el 80% de los campos son más para ovinos que para vacunos, por la pastura, la cantidad de agua, etc.
Ahora se implementaron los protocolos para exportar bovinos en pie a Chile, un país muy estricto con las medidas sanitarias. La genética del sur en cuanto a Hereford es muy buena, y Chile estaba queriendo importar. Se comenzarán a exportar algunos animales en pie de reproductores toros al país vecino.
Uno de los temas que siempre reclaman los productores es una reforma tributaria ¿Cómo están afectando los impuestos al productor patagónico?
Tenemos un 21% sobre la lana; 10,5 %, las carnes; Ingresos brutos, etc. Simplifiquemos un poco, hagamos un solo impuesto o dos, porque, si no, hasta se te pasan las fechas de pago. Hay que tratar de bajar la carga y concentrarla para que sea más simple. Cada vez hay más impuestos y cada vez vemos menos beneficios del Estado.
Para cerrar, ¿cómo ve el protagonismo de CRA en el gremialismo agropecuario?
Creemos fundamentalmente que CRA es una entidad federal y que las votaciones se deciden por voto, no por zona. Carbap tiene más representantes que nosotros, pero siempre lo que vale es un solo voto, entonces nos da un poco más de voz y fuerza. Considero que está muy bien organizado el federalismo en nuestra entidad, a diferencia de otras organizaciones nacionales que se rigen en las votaciones por cantidad de productores.
¿Cómo está el ánimo del productor patagónico hoy en día?
El ánimo del productor de la Patagonia en cuanto a los mercados está conforme porque los precios de la lana son interesantes. Quizás estemos un poco complicados con la venta de carne, debido a la sequía, ya que varios campos se quieren descargar y lamentablemente no hay lugar donde colocar la hacienda. Estamos atravesando una sequía importante que desde hace varios años no se veía; así que es un verano muy complicado para el productor, y eso bajonea un poco el ánimo, porque si bien pudiste haber vendido bien tu lana, pero ves que el campo se está degradando, tenés la hacienda en regulares condiciones y sin perspectiva de poder sacarla.
El año pasado, por ejemplo, fue un año excepcional, con precipitaciones por encima del promedio; por eso este año todavía la producción fue buena, porque venía con el empujón de la zafra pasada. Las consecuencias se sufren al año siguiente, ya que, cuando se esquila en agosto/septiembre/octubre, los rindes de la lana, la cantidad de kilos y de hacienda, ya son inferiores. Tenemos dos opciones: o que venga un invierno benévolo y siga la sequía o que venga un invierno bravo, con frío y nieve, que beneficie al campo, pero que mate un gran porcentaje de la hacienda que estaba en regulares condiciones. Es una disyuntiva difícil, porque la sequía te va ahorcando un poquito cada día.
¿Cuál es la realidad de la ganadería ovina en la provincia?
El stock de ovinos es de 4 millones de cabezas; representa un aumento del 10 o 15 % en comparación con los años anteriores (pero justo con un año muy bueno como fue el 2017/18). Ahora en el 2018/19, todos los campos están con la carga justa y ante esta sequía ya están sobrepasados. Indudablemente va a haber que hacer descargas, pero con los frigoríficos la exportación está difícil, por los 3 pesos. Como se toma el dólar a -3 pesos, los números para exportar son muy justos; por eso, prácticamente para los frigoríficos que están en condiciones de exportar, que no son muchos, el negocio no les camina, porque el valor del dólar en el exterior, lo convierten y el número no da. Se habla de que se va a abrir la exportación de carne ovina, pero todavía no hay protocolos organizados. Con esta retención de los 3 pesos, se está complicando el negocio de la exportación.
Por otra parte, ha cambiado un poco el ánimo del consumo de la carne ovina. La gente se ha volcado al consumo de carne vacuna, que es de 56, 57 kilos anuales; de porcina, de 10 a 12 kilos; de pollo, entre 7 y 8 kilos y de ovina, 2 kilos por persona por año. El consumo es menor; la gente se acostumbró a la carne vacuna y cuesta volver a la ovina.
En cuanto al precio de la lana fina de nuestra zona, oscila entre los 5 a los 8 o 9 dólares. Una lana cruza está alrededor de los 4 dólares.
¿Cuáles son los temas pendientes en lo que respecta a la ganadería ovina?
La gran cantidad de campos despoblados; eso es un problema tanto para el gobierno provincial como para el nacional, porque poblar un campo es una gran inversión. En Santa Cruz, con el volcán Hudson en 1991, todo el centro de la provincia se despobló y no se pobló más. Los pocos poblados que hay, están solos en medio de la nada, con depredadores, caminos destruidos, malos alambrados, etc. En Chubut esta situación se empezó a dar en los años secos, y encima, sumado a valores de la lana hace 7 u 8 zafras que era de 2 dólares, el negocio no era rentable y el mediano productor a chico hacía los números y era más conveniente vender todos los animales y cerrar el establecimiento. Y una vez que va a la ciudad, cuesta volver al campo por la inversión de comprar animales, arreglar alambres, instalaciones, etc. Si no hay una política provincial o nacional de fomento relacionada con el tema impositivo, el productor que ya se vino a la ciudad no está en condiciones de ahorrar para volver a poblar el campo.
¿Qué sucede con la conectividad?
Es nuestra gran problemática porque en Patagonia las distancias son muy largas. El productor que va al campo quiere estar conectado con su familia y en un 80% de Chubut y Santa Cruz no hay señal de internet. Es un grave problema. El empleado que tomás lo primero que te pregunta es: "¿Hay señal de celular?". Casi ni preguntan por el sueldo; primero preguntan si hay señal de celular, y si no hay, queda en duda de tomar el trabajo. Además, el tema de los caminos es otro grave problema porque desde el Gobierno provincial y nacional siempre están escasos de fondos. Los caminos cada vez son más adversos y en algunos casos hace años que no pasa una máquina.
¿Cuál es el panorama de la ganadería bovina?
Hay un buen panorama, porque se han poblado varios campos; lo que pasa es que es muy reducido el número. En Chubut el último censo dio 230 mil vacunos y en Santa Cruz, algo más de 100 mil. La barrera sanitaria nos favorece bastante y la cría del vacuno es propicia por las temperaturas bajas en invierno, lo que hace que no tengan ningún parásito o infección. Así que prácticamente el vacuno se cría en campos naturales, no lo atacan los predadores (como en el caso ovino), la reproducción es rápida y buena, y los kilos destete son excelentes, casi mejor que en la provincia de Buenos Aires, y se venden con un precio diferencial con respecto a lo que se vende en Liniers. Es un negocio que ha aumentado, pero el problema es que el 80% de los campos son más para ovinos que para vacunos, por la pastura, la cantidad de agua, etc.
Ahora se implementaron los protocolos para exportar bovinos en pie a Chile, un país muy estricto con las medidas sanitarias. La genética del sur en cuanto a Hereford es muy buena, y Chile estaba queriendo importar. Se comenzarán a exportar algunos animales en pie de reproductores toros al país vecino.
Uno de los temas que siempre reclaman los productores es una reforma tributaria ¿Cómo están afectando los impuestos al productor patagónico?
Tenemos un 21% sobre la lana; 10,5 %, las carnes; Ingresos brutos, etc. Simplifiquemos un poco, hagamos un solo impuesto o dos, porque, si no, hasta se te pasan las fechas de pago. Hay que tratar de bajar la carga y concentrarla para que sea más simple. Cada vez hay más impuestos y cada vez vemos menos beneficios del Estado.
Para cerrar, ¿cómo ve el protagonismo de CRA en el gremialismo agropecuario?
Creemos fundamentalmente que CRA es una entidad federal y que las votaciones se deciden por voto, no por zona. Carbap tiene más representantes que nosotros, pero siempre lo que vale es un solo voto, entonces nos da un poco más de voz y fuerza. Considero que está muy bien organizado el federalismo en nuestra entidad, a diferencia de otras organizaciones nacionales que se rigen en las votaciones por cantidad de productores.