17 cabañas de Chubut, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz participan de la 42° Exposición Bovina de la Sociedad Rural de EsquelDurante este fin de semana.
La actividad comenzó el jueves con el ingreso de animales y el trabajo del jurado de admisión, ayer se realizó la preparación de los distintos ejemplares que hoy serán observados por el jurado de clasificación que determinará los ganadores de la muestra, en tanto que mañana domingo será el acto oficial de apertura luego de compartir un almuerzo criollo y previo a lo que será el remate.
El presidente de la Sociedad Rural de Esquel, Leonardo Jones, destacó la consolidación año a año a nivel regional de la Exposición Bovina y el Encuentro de Caballos, expresando que esta exposición "ya es un éxito en cuanto a presencia de expositores, estan participando cabañas de distintos lugares de la Patagonia. Para nosotros como organizadores consideramos que esto es una fiesta del campo y además un encuentro fraternal entre productores. La exposición está absolutamente consolidada gracias al trabajo de los cabañeros y al trabajo de la Sociedad Rural de Esquel como institución a lo largo de estos años".
Más adelante Jones dijo que "las expectativas son muy buenas en todo sentido, de lo que será la jura de clasificación este sábado por la calidad de los animales que han ingresado a la muestra y también en lo que puede ser luego las venta el domingo con el remate" expresó.
Por su parte, Alejandro Samamé, vicepresidente de la Sociedad Rural, informó que participan de la exposición 17 cabañas con un total de 160 reproductores.
Cabe recordar que en marzo del año 1926 se desarrolló la primera Exposición Ganadera, Agrícola e Industrial en Esquel. Desde ese año hasta la actualidad se han desarrollado en forma ininterrumpida. Año tras año los cabañeros muestran su producción, demuestran la excelente genética zonal y compiten por los grandes campeones remarcan desde la Sociedad Rural añadiendo que las jornadas son un ámbito de discusión entre productores, funcionarios y técnicos vinculados a la actividad ganadera bovina, con la participación de disertantes de primer nivel.
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El discurso completo del presidente de la Sociedad Rural de Esquel, lo podes leer acá:
Como cada año, esta 42° Exposición Bovina ha convocado a lo mejor de la genética patagónica de las razas Hereford y Angus. Nos enorgullece recibir a tantos cabañeros, que hacen cientos de kilómetros para llegar a nuestra pista a mostrar y vender el resultado de su trabajo tan lleno de esfuerzo y de pasión. Valoramos ese esfuerzo, y es por ello que trabajamos para recibirlos con instalaciones acordes y en un ámbito de competencia y negocio serio y de jerarquía.
El 4° Encuentro de Caballos consolida las ganas de esta Rural de que la exposición sea una fiesta que convoque a todo el campo y a la ciudad, más allá de las vacas y las ovejas.
1-Actualidad negocio:
Esta exposición nos encuentra como argentinos atravesando tiempos de gran incertidumbre sobre el futuro.
Hace un año decíamos que no podemos producir cada vez más solos y pagar impuestos para que otros vivan sin hacer nada y muchos otros hagan fortunas desde el homebanking.
Aquella coyuntura se transformó en situación permanente, nada ha cambiado y debemos repetir lo dicho.
La carne que producimos no ha revertido su caída de valor real. Hace unos años la carne valía poco menos de U$s3 el kilo y hoy vale U$s1,5. Los insumos y los costos están dolarizados en su mayoría, por lo que el negocio de producir carne en la Patagonia es muy diferente hoy a lo que era hace 4 o 5 años. Lo que producimos hoy vale la mitad de lo que debiera valer.
Necesitamos una macro economía que aliente el trabajo por sobre la especulación financiera y a la inversión genuina por sobre la descapitalización del sector, frenar el gasto publico disparatado y dar señales que la economía se construye con sacrificio y esfuerzo y no con dadivas y recetas mágicas.
Nos encontramos a escasos días de una elección nacional que definirá el rumbo de los próximos años, y las opciones son bastante claras.
Necesitamos un país integrado con el mundo. La exportación desde la Patagonia de a poco comienza a dejar de ser una utopía y comienza a ser realidad. Desde Río Negro ya se exporta carne a mercados como la Unión Europea, Japón y China, y desde Chubut se está a punto de materializar las primeras exportaciones de reproductores a Chile. El camino para lograr estos nuevos canales comerciales ha sido largo y trabajoso, por lo que es necesario redoblar esfuerzos en esa dirección.
Abrir un nuevo mercado es siempre un trabajo arduo y de años, perderlo es cuestión de días y ya lo sabemos. Lo aprendimos con la aftosa, por ello para que los anuncios de nuevos mercados tengan efecto real de desarrollo se debe reforzar el rol de la barrera fitosanitaria. Por si hay algún descuidado, no sobra decir que la barrera no funciona perfectamente.
Definitivamente hay que empezar a tirar parejo. Para que el carro salga del barro, hace falta que se bajen a cinchar con nosotros los que viven subsidiados y los que viven de la renta financiera. Es imposible financiar a la producción con tasas de interés del 60%.
2-Actualidad provincia:
Nuestra provincia atraviesa una crisis política y económica jamás vista. Lo hemos dicho muchas veces, el estado está saturado de empleados. El estado se ha vuelto el mayor empleador del Chubut debido a la sucesión de gobiernos incapaces de generar una estrategia de desarrollo genuino. La crisis no es solamente financiera. La crisis radica en que la dirigencia política, la sindical y determinada dirigencia empresarial aún siguen pensando en que el empleo público y la obra pública son las únicas formas posibles de trabajo en Chubut.
Hace tiempo ya que el estado se ha transformado en un monumento a la burocracia y sinónimo de corrupción, que en vez de solucionar problemas los genera, y en vez de brindar servicios brinda frustraciones a quienes contribuimos.
Más de 80 años de regalías petroleras debieran habernos transformado en una provincia con infraestructura, actividades productivas desarrolladas y un estado de menor tamaño que esté al servicio de la gente y no al revés. Y sin embargo acá estamos, paralizados y con los caminos y las escuelas destruidos. Es por ello que hasta tanto no acordemos el rumbo del desarrollo y apartemos la corrupción de nuestra dirigencia, nada indica que con regalías hídricas o mineras o de cualquier otro origen, podamos tener otro destino que el actual.
Bosques:
Las operatorias forestales, que año a año debieran ser sinónimo de trabajo genuino y generación de riqueza sustentable, hoy son sinónimo de burocracia y palabras en el aire. En este mismo lugar, hace unos meses durante la campaña electoral, se presentó el Plan Chubut Foresta. Lindo nombre que anunciaba $20 millones para plantación, poda y raleo para el año en curso. La realidad es que ya se pasa la época invernal de hacer los trabajos y ni un solo peso ha aparecido. Los 20 millones no llegaron, y lo poco que sí hay está atascado en la infinita burocracia de la Subsecretaría de Bosques. Señor Ministro, no nos podemos dar el lujo de tener parado el dinero perdiendo valor por culpa de la burocracia y la ineptitud mientras podríamos estar generando empleo genuino.
Glifosato:
La prohibición del glifosato fue parte de la munición que utilizó un sector de la política para hacer campaña en la provincia. En un acto de demagogia pocas veces visto y sin siquiera saber pronunciar la palabra glifosato un diputado propuso la prohibición y la legislatura entera la aprobó a libro cerrado sin interesar a nadie lo que se estaba votando. Cuesta encontrar una muestra mayor de mediocridad y demagogia. Nuestro hijos viven con nosotros en los campos y las chacras, solo un imbécil puede pensar que queremos envenenarlos.
Impuesto inmobiliario:
Parece una tomada de pelo que la propuesta de un nuevo impuesto inmobiliario rural sea promovida desde los sindicatos estatales. Evidentemente no existe ninguna vocación para ir al fondo del problema de la crisis. Los sindicatos son cómplices del aumento desmesurado de la cantidad de empleados públicos, y evidentemente es muy fácil proponer que le saquen a otro mientras no son capaces de dar un paso de madurez y responsabilidad y volver a dar clases.
Además, el estado tiene para con la ruralidad una deuda enorme en infraestructura y atención. Al campo ya no le entran más impuestos, y si alguno más le entrara, éste debiera urgentemente volver en la mejora de los caminos rurales, en conectividad, en medios para combatir el abigeato y en seguridad para los productores como los de Costa del Lepá que hace meses no pueden dormir tranquilos.
Los productores estamos poniendo muy fuerte el hombro en esta crisis. El kilo de carne vale hoy la mitad de lo que valía hace 4 años. Y nuestra reacción es seguir invirtiendo, apuntando a ser cada vez más eficientes y no le cortamos la ruta a nadie.
Es necesario que esta crisis que vivimos los chubutenses sirva para sentar las bases de una provincia con una matriz de trabajo diferente, para ello el estado provincial debe transformarse en impulsor mediante todas las herramientas que dispone, y los muchos organismos científico técnicos que tenemos deben empezar a desarrollar enfoques productivistas y no solo conservacionistas.
3-Cambio climático:
Durante los últimos meses mucho se está hablando del cambio climático y de sus causas. La ganadería bovina se ha transformado en el blanco de muchos activistas que le endilgan a nuestra actividad la razón de todos los males.
Respecto del tema es necesario decir algunas cosas.
Las mediciones realizadas por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU indican que el 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero en ese país provienen de los medios de transporte, la generación de energía y de la actividad industrial. La ganadería en su conjunto emite solamente el 3,9% de los gases de efecto invernadero, y solamente un 2% de las emisiones provienen de los vacunos.
Entonces, solo es factible hablar seriamente sobre lo que se mide y sobre lo que se tiene datos. Y nosotros los productores no debemos menospreciar esta discusión. Hay grandes movimientos mundiales que idealizan un mundo donde no se coma carne, y mal que nos pese tienen cada vez más adeptos, y la experiencia marca que la dirigencia política suele acceder fácilmente a las imposiciones de este tipo de movimientos.
Los productores patagónicos somos parte del medioambiente. La sustentabilidad es una mesa de tres patas: ambiental, económica y social, y no existe discusión sobre la sustentabilidad si nosotros no estamos adentro.
Los revolucionarios que no tienen huerta, los que dependen del mismo sistema que atacan, y que producen balas y palabras y no comida ni abrigo, son inútiles. En todo caso, la revolución es producir comida para un mundo que la necesita, y hacerlo desde un lugar como el nuestro, alejado, sin infraestructura ni servicios de calidad y con una enorme carga de impuestos. Eso sí es revolucionario.
4-Seguridad jurídica:
Nada se ha avanzado respecto de la seguridad jurídica y el respeto a la propiedad privada. El gobierno nacional y el provincial no han tomado el tema con la seriedad que corresponde.
En este mismo lugar hemos marcado muchas veces la necesidad de que ambos gobiernos avancen con el Relevamiento de Comunidades Indígenas previsto por la Ley 26.160. Sin embargo, nada han hecho. La realidad es que los funcionarios le disparan a este tema, miran para otro lado, les es incómodo y les es lejano ya que el problema no está ni en Buenos Aires ni en Rawson.
Las usurpaciones no son un problema entre privados como nos quieren hacer creer, la provincia del Chubut es quien otorga los títulos entonces no puede estar ausente de la resolución de los conflictos que se suscitan sobre los propios títulos que ella otorgó
Igual actitud presenta la justicia. Los fiscales han hecho gala de una política criminal más destinada a la adjudicación del problema a otros y no a hacer respetar la ley, como la entiende el hombre común. Robar, usurpar, violentar propiedad privada son delitos y merecen su castigo.
La realidad marca que en la justicia, lo mismo que en otras reparticiones públicas, los resultados no son los que la sociedad requiere, no solo la preocupación debe ser el salario, sino también lo que se le devuelve a la sociedad en resultados concretos y no en excusas.
En ese marco transcurren los días las más de 50 familias de Costa del Lepá, que no pueden dejar las chacras solas por la amenaza de que sean usurpadas.
Es urgente que el estado provincial les garantice la seguridad física y la propiedad privada a esos pobladores.
Amigos y colegas productores, a todo aquél que críe un cordero o que plante un árbol, al que tome la pala para hacer un canal y llevar el agua, al que siembre una semilla, al que ensille un caballo para recorrer o dé arranque a un tractor por la mañana... a todo aquél que sienta que la tierra y el trabajo lo levantan y lo dignifican cada día, le decimos que la Rural de Esquel tiene un espacio para él.
Estamos atentos día a día de los problemas que los preocupan, y trabajamos para que el campo de nuestra región se desarrolle y ocupe el lugar que merece en función de su historia de sacrificio y entrega.
Esta nota habla de:
La actividad comenzó el jueves con el ingreso de animales y el trabajo del jurado de admisión, ayer se realizó la preparación de los distintos ejemplares que hoy serán observados por el jurado de clasificación que determinará los ganadores de la muestra, en tanto que mañana domingo será el acto oficial de apertura luego de compartir un almuerzo criollo y previo a lo que será el remate.
El presidente de la Sociedad Rural de Esquel, Leonardo Jones, destacó la consolidación año a año a nivel regional de la Exposición Bovina y el Encuentro de Caballos, expresando que esta exposición "ya es un éxito en cuanto a presencia de expositores, estan participando cabañas de distintos lugares de la Patagonia. Para nosotros como organizadores consideramos que esto es una fiesta del campo y además un encuentro fraternal entre productores. La exposición está absolutamente consolidada gracias al trabajo de los cabañeros y al trabajo de la Sociedad Rural de Esquel como institución a lo largo de estos años".
Más adelante Jones dijo que "las expectativas son muy buenas en todo sentido, de lo que será la jura de clasificación este sábado por la calidad de los animales que han ingresado a la muestra y también en lo que puede ser luego las venta el domingo con el remate" expresó.
Por su parte, Alejandro Samamé, vicepresidente de la Sociedad Rural, informó que participan de la exposición 17 cabañas con un total de 160 reproductores.
Cabe recordar que en marzo del año 1926 se desarrolló la primera Exposición Ganadera, Agrícola e Industrial en Esquel. Desde ese año hasta la actualidad se han desarrollado en forma ininterrumpida. Año tras año los cabañeros muestran su producción, demuestran la excelente genética zonal y compiten por los grandes campeones remarcan desde la Sociedad Rural añadiendo que las jornadas son un ámbito de discusión entre productores, funcionarios y técnicos vinculados a la actividad ganadera bovina, con la participación de disertantes de primer nivel.
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El discurso completo del presidente de la Sociedad Rural de Esquel, lo podes leer acá:
Como cada año, esta 42° Exposición Bovina ha convocado a lo mejor de la genética patagónica de las razas Hereford y Angus. Nos enorgullece recibir a tantos cabañeros, que hacen cientos de kilómetros para llegar a nuestra pista a mostrar y vender el resultado de su trabajo tan lleno de esfuerzo y de pasión. Valoramos ese esfuerzo, y es por ello que trabajamos para recibirlos con instalaciones acordes y en un ámbito de competencia y negocio serio y de jerarquía.
El 4° Encuentro de Caballos consolida las ganas de esta Rural de que la exposición sea una fiesta que convoque a todo el campo y a la ciudad, más allá de las vacas y las ovejas.
1-Actualidad negocio:
Esta exposición nos encuentra como argentinos atravesando tiempos de gran incertidumbre sobre el futuro.
Hace un año decíamos que no podemos producir cada vez más solos y pagar impuestos para que otros vivan sin hacer nada y muchos otros hagan fortunas desde el homebanking.
Aquella coyuntura se transformó en situación permanente, nada ha cambiado y debemos repetir lo dicho.
La carne que producimos no ha revertido su caída de valor real. Hace unos años la carne valía poco menos de U$s3 el kilo y hoy vale U$s1,5. Los insumos y los costos están dolarizados en su mayoría, por lo que el negocio de producir carne en la Patagonia es muy diferente hoy a lo que era hace 4 o 5 años. Lo que producimos hoy vale la mitad de lo que debiera valer.
Necesitamos una macro economía que aliente el trabajo por sobre la especulación financiera y a la inversión genuina por sobre la descapitalización del sector, frenar el gasto publico disparatado y dar señales que la economía se construye con sacrificio y esfuerzo y no con dadivas y recetas mágicas.
Nos encontramos a escasos días de una elección nacional que definirá el rumbo de los próximos años, y las opciones son bastante claras.
Necesitamos un país integrado con el mundo. La exportación desde la Patagonia de a poco comienza a dejar de ser una utopía y comienza a ser realidad. Desde Río Negro ya se exporta carne a mercados como la Unión Europea, Japón y China, y desde Chubut se está a punto de materializar las primeras exportaciones de reproductores a Chile. El camino para lograr estos nuevos canales comerciales ha sido largo y trabajoso, por lo que es necesario redoblar esfuerzos en esa dirección.
Abrir un nuevo mercado es siempre un trabajo arduo y de años, perderlo es cuestión de días y ya lo sabemos. Lo aprendimos con la aftosa, por ello para que los anuncios de nuevos mercados tengan efecto real de desarrollo se debe reforzar el rol de la barrera fitosanitaria. Por si hay algún descuidado, no sobra decir que la barrera no funciona perfectamente.
Definitivamente hay que empezar a tirar parejo. Para que el carro salga del barro, hace falta que se bajen a cinchar con nosotros los que viven subsidiados y los que viven de la renta financiera. Es imposible financiar a la producción con tasas de interés del 60%.
2-Actualidad provincia:
Nuestra provincia atraviesa una crisis política y económica jamás vista. Lo hemos dicho muchas veces, el estado está saturado de empleados. El estado se ha vuelto el mayor empleador del Chubut debido a la sucesión de gobiernos incapaces de generar una estrategia de desarrollo genuino. La crisis no es solamente financiera. La crisis radica en que la dirigencia política, la sindical y determinada dirigencia empresarial aún siguen pensando en que el empleo público y la obra pública son las únicas formas posibles de trabajo en Chubut.
Hace tiempo ya que el estado se ha transformado en un monumento a la burocracia y sinónimo de corrupción, que en vez de solucionar problemas los genera, y en vez de brindar servicios brinda frustraciones a quienes contribuimos.
Más de 80 años de regalías petroleras debieran habernos transformado en una provincia con infraestructura, actividades productivas desarrolladas y un estado de menor tamaño que esté al servicio de la gente y no al revés. Y sin embargo acá estamos, paralizados y con los caminos y las escuelas destruidos. Es por ello que hasta tanto no acordemos el rumbo del desarrollo y apartemos la corrupción de nuestra dirigencia, nada indica que con regalías hídricas o mineras o de cualquier otro origen, podamos tener otro destino que el actual.
Bosques:
Las operatorias forestales, que año a año debieran ser sinónimo de trabajo genuino y generación de riqueza sustentable, hoy son sinónimo de burocracia y palabras en el aire. En este mismo lugar, hace unos meses durante la campaña electoral, se presentó el Plan Chubut Foresta. Lindo nombre que anunciaba $20 millones para plantación, poda y raleo para el año en curso. La realidad es que ya se pasa la época invernal de hacer los trabajos y ni un solo peso ha aparecido. Los 20 millones no llegaron, y lo poco que sí hay está atascado en la infinita burocracia de la Subsecretaría de Bosques. Señor Ministro, no nos podemos dar el lujo de tener parado el dinero perdiendo valor por culpa de la burocracia y la ineptitud mientras podríamos estar generando empleo genuino.
Glifosato:
La prohibición del glifosato fue parte de la munición que utilizó un sector de la política para hacer campaña en la provincia. En un acto de demagogia pocas veces visto y sin siquiera saber pronunciar la palabra glifosato un diputado propuso la prohibición y la legislatura entera la aprobó a libro cerrado sin interesar a nadie lo que se estaba votando. Cuesta encontrar una muestra mayor de mediocridad y demagogia. Nuestro hijos viven con nosotros en los campos y las chacras, solo un imbécil puede pensar que queremos envenenarlos.
Impuesto inmobiliario:
Parece una tomada de pelo que la propuesta de un nuevo impuesto inmobiliario rural sea promovida desde los sindicatos estatales. Evidentemente no existe ninguna vocación para ir al fondo del problema de la crisis. Los sindicatos son cómplices del aumento desmesurado de la cantidad de empleados públicos, y evidentemente es muy fácil proponer que le saquen a otro mientras no son capaces de dar un paso de madurez y responsabilidad y volver a dar clases.
Además, el estado tiene para con la ruralidad una deuda enorme en infraestructura y atención. Al campo ya no le entran más impuestos, y si alguno más le entrara, éste debiera urgentemente volver en la mejora de los caminos rurales, en conectividad, en medios para combatir el abigeato y en seguridad para los productores como los de Costa del Lepá que hace meses no pueden dormir tranquilos.
Los productores estamos poniendo muy fuerte el hombro en esta crisis. El kilo de carne vale hoy la mitad de lo que valía hace 4 años. Y nuestra reacción es seguir invirtiendo, apuntando a ser cada vez más eficientes y no le cortamos la ruta a nadie.
Es necesario que esta crisis que vivimos los chubutenses sirva para sentar las bases de una provincia con una matriz de trabajo diferente, para ello el estado provincial debe transformarse en impulsor mediante todas las herramientas que dispone, y los muchos organismos científico técnicos que tenemos deben empezar a desarrollar enfoques productivistas y no solo conservacionistas.
3-Cambio climático:
Durante los últimos meses mucho se está hablando del cambio climático y de sus causas. La ganadería bovina se ha transformado en el blanco de muchos activistas que le endilgan a nuestra actividad la razón de todos los males.
Respecto del tema es necesario decir algunas cosas.
Las mediciones realizadas por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU indican que el 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero en ese país provienen de los medios de transporte, la generación de energía y de la actividad industrial. La ganadería en su conjunto emite solamente el 3,9% de los gases de efecto invernadero, y solamente un 2% de las emisiones provienen de los vacunos.
Entonces, solo es factible hablar seriamente sobre lo que se mide y sobre lo que se tiene datos. Y nosotros los productores no debemos menospreciar esta discusión. Hay grandes movimientos mundiales que idealizan un mundo donde no se coma carne, y mal que nos pese tienen cada vez más adeptos, y la experiencia marca que la dirigencia política suele acceder fácilmente a las imposiciones de este tipo de movimientos.
Los productores patagónicos somos parte del medioambiente. La sustentabilidad es una mesa de tres patas: ambiental, económica y social, y no existe discusión sobre la sustentabilidad si nosotros no estamos adentro.
Los revolucionarios que no tienen huerta, los que dependen del mismo sistema que atacan, y que producen balas y palabras y no comida ni abrigo, son inútiles. En todo caso, la revolución es producir comida para un mundo que la necesita, y hacerlo desde un lugar como el nuestro, alejado, sin infraestructura ni servicios de calidad y con una enorme carga de impuestos. Eso sí es revolucionario.
4-Seguridad jurídica:
Nada se ha avanzado respecto de la seguridad jurídica y el respeto a la propiedad privada. El gobierno nacional y el provincial no han tomado el tema con la seriedad que corresponde.
En este mismo lugar hemos marcado muchas veces la necesidad de que ambos gobiernos avancen con el Relevamiento de Comunidades Indígenas previsto por la Ley 26.160. Sin embargo, nada han hecho. La realidad es que los funcionarios le disparan a este tema, miran para otro lado, les es incómodo y les es lejano ya que el problema no está ni en Buenos Aires ni en Rawson.
Las usurpaciones no son un problema entre privados como nos quieren hacer creer, la provincia del Chubut es quien otorga los títulos entonces no puede estar ausente de la resolución de los conflictos que se suscitan sobre los propios títulos que ella otorgó
Igual actitud presenta la justicia. Los fiscales han hecho gala de una política criminal más destinada a la adjudicación del problema a otros y no a hacer respetar la ley, como la entiende el hombre común. Robar, usurpar, violentar propiedad privada son delitos y merecen su castigo.
La realidad marca que en la justicia, lo mismo que en otras reparticiones públicas, los resultados no son los que la sociedad requiere, no solo la preocupación debe ser el salario, sino también lo que se le devuelve a la sociedad en resultados concretos y no en excusas.
En ese marco transcurren los días las más de 50 familias de Costa del Lepá, que no pueden dejar las chacras solas por la amenaza de que sean usurpadas.
Es urgente que el estado provincial les garantice la seguridad física y la propiedad privada a esos pobladores.
Amigos y colegas productores, a todo aquél que críe un cordero o que plante un árbol, al que tome la pala para hacer un canal y llevar el agua, al que siembre una semilla, al que ensille un caballo para recorrer o dé arranque a un tractor por la mañana... a todo aquél que sienta que la tierra y el trabajo lo levantan y lo dignifican cada día, le decimos que la Rural de Esquel tiene un espacio para él.
Estamos atentos día a día de los problemas que los preocupan, y trabajamos para que el campo de nuestra región se desarrolle y ocupe el lugar que merece en función de su historia de sacrificio y entrega.