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Se desarrolló exitosamente la 43ª Exposición Bovina de Esquel transmitida por streaming

Se llevó adelante en la Sociedad Rural de Esquel y destinada únicamente a la comercialización de reproductores, la 43ª Exposición Bovina de Esquel.

La tradicional muestra comenzó con el ingreso de animales y sin presencia de público en general, solo reservada a cabañeros, jurado de admisión y veterinarios.

La actividad luego fue con la jura de clasificación y premiación de campeones. 

Se trata de la primera muestra de la actividad del campo que se podrá seguir únicamente de manera virtual, salvo para los productores de las cabañas que tienen reproductores en exposición o que participan de la comercialización. 

Leonardo Jones, presidente de la Sociedad Rural de Esquel, destacó la importancia de mantener la muestra más allá de las medidas de seguridad y restricciones por la pandemia. Asimismo, hizo hincapié en que las actividades se podrá seguir online a partir de la página web www.sociedadruralesquel.com.ar, con transmisión en directo por streaming.

Además, en página web de la Rural se encuentra la base de los ejemplares a subastar, en donde también los interesados en adquirir reproductores podrán hacer alguna oferta, obteniendo beneficios en caso de concretar la operación.


Compartimos el discurso completo del presidente de la Sociedad Rural de Esquel, Leonardo Jones: 


 La situación que atraviesa la humanidad a raíz de la pandemia del Covid-19 ha trastocado todas nuestras realidades anteriores. 

Desde el mes de marzo estamos viviendo una vida que jamás imaginamos, donde debimos modificar nuestras costumbres y quehaceres cotidianos. Privados del abrazo y del encuentro con los seres queridos llevamos más de medio año enfrentando la pandemia y los efectos que genera. 

En este tiempo el campo ha tenido a la vez el destino y la enorme obligación de seguir trabajando. El destino porque desgraciadamente hay muchos compatriotas que al día de hoy no han podido volver a trabajar como sí lo hemos hecho nosotros, y sabemos lo nocivo que es eso para la economía y para el espíritu de las personas. 

Y también la enorme obligación porque más allá de que el mundo se pare, nuestros animales, nuestra tierra y nuestros cultivos necesitan atención y cuidados cotidianamente, y la humanidad necesita la comida y el abrigo que nosotros producimos. 

En lo que va de esta cuarentena, el campo de nuestra región se adaptó rápidamente, ya que el ciclo vital de nuestra producción no da márgenes de demora. En el otoño hicimos la pelada de ojos y encarneramos las ovejas, bajamos las vacas de la veranada, destetamos los terneros y los vendimos. En el invierno atendimos los engordes, podamos las forestaciones, y soportamos las grandes nevadas alimentando la hacienda, y distribuyendo leña y víveres. 

Por estos días estamos esquilando, atendiendo la parición de las vacas y la de las ovejas, sembrando el alimento del invierno del año que viene, y como verán, activos de cara al próximo servicio de las vacas. Debimos resolver en el camino muchas complicaciones de logística derivadas de las restricciones impuestas a la circulación, y la mayoría de ustedes son testigos de que desde esta Rural hemos estado atentos para gestionar los permisos necesarios cada vez que fuera requerido. Primero fue Chubut que se mostraba sin casos, luego nuestra zona, y ahora nos ha llegado a todos. 

Tengamos la responsabilidad ciudadana y el respeto por el prójimo de cuidarnos y cuidar a los demás, no banalicemos el recuento de fallecidos al final de cada jornada. El mejor aporte es cumplir con lo que nos recomiendan. 

Esta exposición tiene un enorme vacío en los corrales tras la partida del Negro Gómez Castañón. El Negro, fue nuestro jurado de admisión durante varios años. Veterinario y empresario progresista, tuvo siempre un tiempo para la charla y el mate con los productores, de quien era su amigo. Con su simpatía y su hombría de bien, fue gran colaborador de esta Rural y sin dudas lo estamos extrañando. 

Nos enorgullece estar garantizando este espacio tan importante para los cabañeros y los criadores de la región. Hemos realizado un arduo trabajo con las autoridades del COEM Esquel para desarrollar un protocolo que nos permita estar llevando a cabo el encuentro. 

Las circunstancias nos motivaron a buscar alternativas que hicieran accesible nuestra exposición a los muchos colegas que no pueden estar presentes. Por ello hemos publicitado los animales mediante un catálogo on line, hemos ideado un sistema de ventas con preofertas, y estamos transmitiendo la jura y el remate en vivo. Hemos tenido que dejar de lado el Encuentro de Caballos, las conferencias, el asado y la peña, y dedicarnos a asegurar el motivo original de toda exposición que es la muestra y la comercialización de reproductores de alto valor genético. 

Nos reconforta la presencia de la mayoría de las cabañas de nuestra Provincia, lo que muestra a las claras que la exposición antes que nada es una necesidad. Está claro, que nos faltan los abrazos, las largas charlas y la visita de los amigos, pero confiamos en que volverán y entonces sí, los abrazos serán más profundos, las sonrisas más fáciles y esta oscuridad que nos rodea se convertirá en un pasado triste que todos queremos dejar atrás. 

Como no teníamos pocos problemas la naturaleza volvió a sus viejos tiempos, y tuvimos un invierno durísimo en toda la Patagonia. 

La nieve caída en Cushamen puso al descubierto de la manera más dura la crisis en la que producen desde hace años esos pobladores. Años de sequía y tucura transformaron esta nevada en catástrofe para muchos. Es necesario que el estado acompañe seriamente los próximos meses a estos productores. Se debe trabajar fuertemente en controlar nuevas invasiones de tucura y se debe diseñar y financiar una estrategia que permita recuperar la hacienda perdida. 

Es necesario sacarle burocracia y dotar de presupuesto a la Ley Nacional de Emergencias, ya que es una falta de respeto que los aportes de dicha ley tarden un año en llegar a quienes lo necesitan. Es sabido que el mercado de la lana dista mucho de ser el que teníamos hace un par de años, hoy la lana vale un 40% menos de lo que valía el año pasado, y las consecuencias del invierno duro las terminaremos de dimensionar en la próxima señalada. 

En este contexto el Gobierno Provincial ha dejado trascender que pretende recaudar 2.150 millones de pesos por año en concepto de impuesto inmobiliario rural. Una cuenta rápida indica que a cada uno de los 3.800 productores registrados en la provincia le correspondería pagar $600.000 por año. A todas luces le están errando en algo. 

Estamos convencidos de que la salida es por la producción y que es necesario reformular la provincia. Ahora, si toda idea es aumentar impuestos y no bajar gastos, y si el principal empleador va a ser el estado mientras tenemos que asistir al desfile vergonzante de la corrupción, entonces podrán subir los impuestos todo lo que se les ocurra, pero seguiremos estando igual, porque los pocos que aún subsistan estarán productivamente muertos. 

Y volvemos a decir lo que ya hemos dicho muchas veces, al campo no le entran más impuestos, ni al campo ni a la sociedad, y si en todo caso le entrara uno más, éste debiera volver en infraestructura y servicios en el interior para que no solo no nos vayamos más de los campos, si no que podamos volver y tengamos comunicación, salud y educación para nuestros hijos. 

La actualidad nos impone una agenda muy compleja. Durante muchos años desde el sector rural vinimos advirtiendo que estábamos ante serios problemas de seguridad jurídica. Lo dijimos en la más absoluta de las soledades mientras fiscales, jueces, políticos y la enorme mayoría de la sociedad no podía o no quería ver el problema. Es lógico, el problema sucedía en un rincón alejado del Chubut, lejos de Rawson y de Buenos Aires, y entonces no le importaba a casi nadie. 

Hace menos de un año advertimos en este mismo lugar que el problema de las usurpaciones no era un problema de los grandes estancieros, ni de los extranjeros en particular, dijimos que en cualquier momento le iba a tocar a un pequeño productor, y desgraciadamente nuestra advertencia se volvió realidad, y lo que durante mucho tiempo era un tema urgente solo para nosotros, hoy lo es para toda la sociedad. Hoy las usurpaciones proliferan a lo largo y ancho del país ante los ojos distantes de los que no nos escucharon. 

Aplicar la ley parece que es ideológica y políticamente incorrecto, por lo tanto, debemos ser nosotros, los ciudadanos, los que levantemos la voz exigiendo que la ley se aplique. Si se viola la Constitución Nacional no hay justicia, si no hay justicia no hay República, y si no hay República no hay futuro. 

O nos despertamos a tiempo o nuestros valores que fundaron la Nación caerán en el olvido y andaremos siempre a los tumbos en el subdesarrollo y la pobreza. En este punto es necesario diferenciar por un lado el fenómeno de usurpaciones que ocurre en todo el país tras la consigna de la necesidad de hábitat, y por otro lado las usurpaciones que llevan adelante los grupos que pretenden la creación de un estado nación mapuche sobre territorio argentino y chileno. 

Sobre esto último queremos remarcar algunas cosas. El Gobierno Nacional está siendo cómplice al brindar apoyo material a las usurpaciones. Es necesario que el Presidente de la Nación tome medidas rápidamente ya que es inconcebible que se estén utilizando recursos públicos para cometer un delito como vimos hace un mes cuando un vehículo oficial conducido por el vicepresidente del INAI llevaba personas a una usurpación en Bariloche. 

Un Gobierno debe ser una unidad y debe responder como tal, no hay marionetas sueltas, no hay funcionarios que de modo personal realicen acciones por su cuenta, si no que obedecen a una dinámica de pensamiento y acción que jaquea las bases de nuestro sistema constitucional. 

También es inconcebible que se esté pensando en entregar tierras públicas a cambio de paz. La paz es un derecho que tenemos los argentinos, y las tierras públicas de Parques Nacionales, del Ejército, de Radio Nacional, del INTA son propiedad de todos los argentinos, no de esta administración en particular. 

Repetimos una vez más la urgente necesidad de que se realice de una vez por todas el relevamiento de las comunidades indígenas previsto por la Ley 26.160, estamos convencidos de que ese es el primer paso para diferenciar como sociedad a las verdaderas comunidades indígenas de los grupos de delincuentes violentos con intensiones separatistas. 

Pero también advertimos que el relevamiento debe ser realizado con garantías para toda la sociedad, debe ser hecho por cada provincia con el acompañamiento del INAI y no al revés, no puede ser realizado entre gallos y medianoche como ya lo hicieron en su momento. 

Valoramos el accionar de la justicia de Río Negro y el temple de la Gobernadora Carreras, quienes en un plazo de pocos días resolvieron el desalojo de la usurpación en la zona del Foyel. Como chubutenses no podemos menos que tener un poco de envidia... cómo nos gustaría el mismo coraje en nuestros funcionarios judiciales y políticos para con las usurpaciones que tenemos! Por estos días se debate en la Cámara de Diputados de la Nación la modificación de la Ley Nacional de Manejo del Fuego propuesta por el bloque del Frente de Todos. 

Dicha modificación prohíbe por entre 30 y 60 años modificar el uso, dividir e incluso vender la superficie afectada por incendios, sea el mismo intencional o no. A este punto ya es difícil saber si las modificaciones propuestas surgen de la ignorancia, o bien son parte del embate que sufre el concepto de la propiedad privada. Se necesita mucho más ciencia que oportunismo para discutir este tema. Un incendio necesita solo tres cosas para ocurrir: temperatura, oxígeno y combustible. 

Generalizar y pensar que la causal de todos los incendios es el posible uso posterior que se pudiera hacer en el lugar, al menos es de una ignorancia supina. Nuestra región sufre periódicamente enormes incendios forestales que son sinónimo de grandes negocios, pero no para los productores. Cuando el incendio se descontrola hay muchos que ganan, pero no el productor. 

Tenemos muy presente lo que pasó en Cholila en el 2015. A todos nos desespera ver cómo avanza un incendio, y en la desesperación no advertimos el desorden y el despilfarro de los recursos de todos. Cuando ocurre un incendio se movilizan sin pestañear enorme cantidad de vehículos, aeronaves y funcionarios, se destruyen al paso los caminos de los campos, las topadoras arrasan alambrados y tranqueras, y salvo algunas excepciones el fuego solo se apaga con la lluvia. 

Los brigadistas, siempre con más ganas que recursos, hacen lo que pueden. Es duro decirlo, pero hay que decirlo. Se gastan millones en tratar de apagar los incendios que finalmente apaga la lluvia. Cuando el fuego se apaga queda el productor solo, con el campo quemado, los alambres destruidos por las topadoras y los caminos rotos por el tráfico de una tropa de oportunistas. Tenemos a flor de piel el abandono que sufren los productores luego de los incendios. 

Por lo tanto, la propuesta de los diputados del Frente de Todos para limitar el dominio posterior a 60 años sobre la tierra es una muestra más del desprecio que se siente por los productores. Argentina vive horas de profunda incertidumbre, la pandemia nos muestra la debilidad de nuestro sistema sanitario y la costumbre de gastar más de lo se genera. 

Por ahora emitimos, pero estamos viendo que ese paso es corto y que la pared está cerca. Los problemas de antaño no se resuelven con la ideología del retraso. Miremos alrededor, todo el mundo tuvo pandemia y todo el mundo está hoy mejor estructural y económicamente que nosotros. No es ahogando al que produce, ni cortándole la ruta, ni invadiéndole su propiedad. 

Es haciendo virtuoso el concepto del trabajo genuino y del esfuerzo. Y también del mérito, como nos enseñaron nuestros padres y abuelos, aunque parezca que ahora no es así. A todo aquél que críe un cordero o que plante un árbol, al que tome la pala para hacer un canal y llevar el agua, al que siembre una semilla, al que ensille un caballo para recorrer o dé arranque a un tractor por la mañana... a todo aquél que sienta que la tierra y el trabajo lo levantan y lo dignifican cada día, le decimos que la Rural de Esquel tiene un espacio para él. 

Amigos y colegas, gracias por el esfuerzo. Atravesamos tiempos complejos, asique estemos a la altura de las circunstancias y trabajemos por una Argentina en la que se termine la decadencia y empiece, sin esperar milagros, un camino de país distinto al actual. - 



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